“La brecha de conocimientos en la agricultura argentina puede generar pérdidas de hasta 6.700 kilogramos de granos por hectárea entre quienes son más o menos eficientes”, explicó Andrés Méndez, coordinador del proyecto Agricultura de Precisión y Máquinas Precisas del Inta.
Acotó que “para que la Argentina pueda aprovechar sus potencialidades se requiere de capacitación”, ya que la ausencia de conocimientos técnicos provoca la caída en los rindes, en muchos casos.
“Con la agroindustrialización de los granos en origen se busca lograr mayores beneficios económicos y desarrollo regional por más trabajo. Esto debe ir de la mano del aumento en la eficiencia de producción”, señaló el coordinador del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta).
Puso por ejemplo que “si dos productores de maíz aspiran a un rendimiento de 12.000 kilos por hectárea y uno realiza todos los pasos con eficiencia y el otro no, podemos inferir que el segundo tendría una merma del 50 por ciento del rendimiento objetivo planteado”.
Un estudio del Inta Manfredi (Córdoba) detalló pérdidas registradas en seis labores: barbecho, siembra, pulverización, diferenciación por calidad, cosecha y poscosecha.
El análisis sostuvo que un productor de altos rendimientos puede perder unos 200 kilos por hectárea en tanto, con las tareas mal efectuadas, “las mermas alcanzarían los 1.800 kilos por hectárea. Así, la brecha de conocimientos arroja una diferencia productiva abismal: 1.600 kilogramos de pérdidas durante un solo proceso”, indicó el informe.
El Inta tiene determinado que “en la Argentina, el promedio de pérdidas durante la cosecha y poscosecha supera el 12% y en algunos lotes alcanza el 20%”.
Según publicó Diario Norte, “el problema de las pérdidas comienza antes de la implantación, en el período de barbecho químico, cuando se acumula agua en el suelo”, precisó Inta Informa.

