Luego de la cosecha, en general el productor suele prestar escasa atención al almacenaje de granos. En esta instancia, es díficil detectar pérdidas, porque en la entrada y salida del silo no se compara la calidad y peso de los granos.
En un informe elaborado por profesionales del proyecto Inta Precop, se estima que el nivel de estas pérdidas suele ubicarse entre el 6 y 8%.
En este rubro, el Ing. Agr. Cristiano Casini, del Inta Manfredi, señaló que todas las recomendaciones de manejo apuntan hacia un esquema preventivo, que disminuya los riesgos de deterioro, además de los costos de almacenamiento. El acopio de granos tiene como objetivo fundamental conservar la calidad inicial de los granos cosechados, hasta el momento de su entrega, con el menor costo posible para el productor.
El punto de partida en un manejo eficiente es almacenar granos secos, sanos y limpios. Guardar granos que contienen tierra, impurezas y daño mecánico favorece el ataque de hongos, bacterias, insectos y ácaros. ‘En este contexto, los procesos de deterioro se aceleran’, afirmó Casini.
Para un buen almacenaje, el profesional destacó cuatro puntos a tener en cuenta: sanidad, limpieza, aireación y monitoreo. En general, el deterioro de los granos no se manifiesta de forma visible. Las consecuencias de un manejo incorrecto se traducen en pérdida de poder germinativo, disminución del peso hectolítrico y acidez de la materia grasa: ‘Este deterioro en peso y calidad pasa desapercibido. Cuando se hace visible, es tarde y las pérdidas económicas son más significativas’, destacó Casini.
La primera consideración a tener en cuenta en sistemas tradicionales ‘como silos de chapa, celdas, silos malla de alambre y galpones- es que los granos deben almacenarse a humedad de recibo. Casini explicó que a medida que sobrepasamos este umbral, aumenta el deterioro causado por hongos, levaduras y bacterias.
A la hora de la cosecha, uno de los aspectos a resolver es el almacenaje de grano húmedo. Es aconsejable contar con instalaciones que permitan un adecuado manejo de grano húmedo, hasta que pueda ser secado. ‘Además de la secadora, deben contar con un sistema de aireación que permita mantenerlos fríos hasta pasarlos a la secadora. El objetivo es controlar la temperatura del granel, enfriarlo y uniformarlo’, afirmó el profesional.
En la planta de silos, los ventiladores para secado deben suministrar un caudal de aire mayor que los de aireación. Otro punto a tener en cuenta es que los techos del silo deben contar con un sistema de ventilación que permita la entrada y salida del mismo caudal de aire. ‘También hay que controlar aumentos en la temperatura en el granel, y considerar las condiciones del aire ambiente para airear’, destacó.
En este tipo de almacenamiento es necesario efectuar un control estricto de insectos y desinfectar las instalaciones antes del ingreso del grano. ‘Es fundamental no exceder las dosis de insecticidas recomendadas, para evitar la contaminación de los granos’, afirmó Casini.
En el momento del almacenamiento en bolsas plásticas es conveniente un adecuado llenado, para expulsar la mayor cantidad de aire posible. La bolsa, explicó Casini, no debe quedar floja, pero tampoco debe sobrepasar la capacidad de estiramiento indicada por los fabricantes.
La bolsa debe ubicarse en el lugar más alto posible, alejada de posibles fuentes de rotura y en un piso firme y liso, para que en el momento del armado no se produzcan roturas en la parte inferior. ‘Al momento del almacenaje, la humedad del grano no debe sobrepasar a la de comercialización’, sostuvo.
El control de calidad debe contemplar la humedad, daño e impurezas del grano, al momento de ser almacenado.
(Artículo publicado en la edición de hoy de Infocampo Semanario)
