Publicidad Cerrar X

Controles sobre las enfermedades de los citrus

Los nada despreciables resultados obtenidos por la cadena frutícola tucumana el año pasado deberían oficiar de plataforma de lanzamiento para optimizar la sanidad y calidad de los frutales.

Los nada despreciables resultados obtenidos por la cadena frutícola tucumana el año pasado deberían oficiar de plataforma de lanzamiento para optimizar la sanidad y calidad de los frutales.
infocampo
Por Infocampo

El 2006 comienza con expectativas positivas para el sector citrícola tucumano.

Los buenos resultados obtenidos en la campaña anterior dejan abierto el camino para esta cosecha.

Sin embargo, además de cuidar los aspectos comerciales, los productores deberán vigilar de cerca la evolución de las enfermedades en sus plantaciones.

“El hombre de campo debe seguir muy de cerca la evolución del cultivo a lo largo del ciclo anual, apoyándose, en materia técnica, en las recomendaciones que hacen los centros de Investigación como la Estación Experimental Agroindustrial (EEAOC) de Tucumán o el INTA, quienes están permanentemente transfiriendo tecnología al sector”, recomendó un especialista en la materia.

“Este asesoramiento profesional, además del propio que contraten, les dará una cierta garantía para llevar adelante prácticas agrícolas probadas, de tal manera de obtener fruta de alta calidad”, señaló.

Respecto del limón, principal producción citrícola de la provincia, la vigilancia deberá ser estricta en cuanto a las enfermedades que pudieran presentarse.

“La presión de las plagas es muy fuerte, ya que pueden presentarse virus, viroides, micoplasmas, fitoplasmas, bacterias, hongos, ácaros, insectos, nematodos, y una serie de enfermedades o trastornos fisiológicos de difícil manejo”, explicó Jorge Palacios, especialista en citricultura.

Para evitar el contagio de las plantaciones “se requiere de un manejo especial y sistemático a lo largo de todo el año”, razonó el experto.

A los problemas como la cancrosis -que provocó más de un dolor de cabeza a los productores locales y nacionales en los mercados mundiales- y el minador de las hojas de los citrus, se agrega la nueva y amenazante aparición de la enfermedad llamada “ex greening”, que causó serios daños en la citricultura de Brasil, pero que aún no se detectó en Tucumán.

Para Palacios, la única forma de producir frutas de calidad, acorde a los exigentes estándares internacionales es “invirtiendo en tecnología y en conocimientos”.

Existe obligación de denunciar la plaga

n Conocida como “ex greening”, la enfermedad Huanglongbing apareció en Brasil en el 2004 y tuvo una rápida expansión entre las quintas citrícolas del Estado de Sao Paulo. Si bien hasta el momento no fue detectada en el territorio nacional, su rápida facilidad de propagación por materiales vegetales e incluso por insectos vectores (chicharritas) presentes en nuestro país, llevaron al Senasa a dictar en agosto del 2005 la resolución 458, que establece la denuncia obligatoria de la presencia en cítricos de sintomatología sospechosa de esta enfermedad.

De acuerdo con la medida, los productores tienen un plazo de 24 horas para formular su denuncia ante el Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo (Sinavismo) del Senasa.

Martín Llanos

Especial para Infocampo

Los nada despreciables resultados obtenidos por la cadena frutícola tucumana el año pasado deberían oficiar de plataforma de lanzamiento para optimizar la sanidad y calidad de los frutales.
infocampo
Por Infocampo

El 2006 comienza con expectativas positivas para el sector citrícola tucumano.

Los buenos resultados obtenidos en la campaña anterior dejan abierto el camino para esta cosecha.

Sin embargo, además de cuidar los aspectos comerciales, los productores deberán vigilar de cerca la evolución de las enfermedades en sus plantaciones.

“El hombre de campo debe seguir muy de cerca la evolución del cultivo a lo largo del ciclo anual, apoyándose, en materia técnica, en las recomendaciones que hacen los centros de Investigación como la Estación Experimental Agroindustrial (EEAOC) de Tucumán o el INTA, quienes están permanentemente transfiriendo tecnología al sector”, recomendó un especialista en la materia.

“Este asesoramiento profesional, además del propio que contraten, les dará una cierta garantía para llevar adelante prácticas agrícolas probadas, de tal manera de obtener fruta de alta calidad”, señaló.

Respecto del limón, principal producción citrícola de la provincia, la vigilancia deberá ser estricta en cuanto a las enfermedades que pudieran presentarse.

“La presión de las plagas es muy fuerte, ya que pueden presentarse virus, viroides, micoplasmas, fitoplasmas, bacterias, hongos, ácaros, insectos, nematodos, y una serie de enfermedades o trastornos fisiológicos de difícil manejo”, explicó Jorge Palacios, especialista en citricultura.

Para evitar el contagio de las plantaciones “se requiere de un manejo especial y sistemático a lo largo de todo el año”, razonó el experto.

A los problemas como la cancrosis -que provocó más de un dolor de cabeza a los productores locales y nacionales en los mercados mundiales- y el minador de las hojas de los citrus, se agrega la nueva y amenazante aparición de la enfermedad llamada “ex greening”, que causó serios daños en la citricultura de Brasil, pero que aún no se detectó en Tucumán.

Para Palacios, la única forma de producir frutas de calidad, acorde a los exigentes estándares internacionales es “invirtiendo en tecnología y en conocimientos”.

Existe obligación de denunciar la plaga

n Conocida como “ex greening”, la enfermedad Huanglongbing apareció en Brasil en el 2004 y tuvo una rápida expansión entre las quintas citrícolas del Estado de Sao Paulo. Si bien hasta el momento no fue detectada en el territorio nacional, su rápida facilidad de propagación por materiales vegetales e incluso por insectos vectores (chicharritas) presentes en nuestro país, llevaron al Senasa a dictar en agosto del 2005 la resolución 458, que establece la denuncia obligatoria de la presencia en cítricos de sintomatología sospechosa de esta enfermedad.

De acuerdo con la medida, los productores tienen un plazo de 24 horas para formular su denuncia ante el Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo (Sinavismo) del Senasa.

Martín Llanos

Especial para Infocampo

Seguí leyendo:

Temas relacionados: