Durante la presente campaña 2011/12 las empresas del sector manicero pagaron entre 700 y 800 u$s/ha en la zona sur de la provincia de Córdoba, según indicaron hoy a Infocampo.com.ar diversos productores agropecuarios de la zona.
“Generalmente las empresas ofrecen al productor la mitad del valor total acordado al contado y el resto al término de la cosecha”, señaló Fernando Ureta, productor agropecuario y ex directivo de la Sociedad Rural de Laboulaye. ”El problema que generó desconfianza en el mercado es que algunas empresas no cumplieron su compromiso de pago en las últimas campañas”, indicó Ureta, para luego mencionar que “por este motivo muchos productores prefirieron no cerrar negocios este año”.
En la región del sur de Córdoba la abultada billetera de las compañías dedicadas a producir maní en campo alquilado contribuyó a inflar las expectativas de los propietarios de campos (aunque por cierto no es el único factor que explica los aumentos registrados en el mercado de arrendamientos agrícolas).
En la campaña pasada aquellos campos para agricultura que se pagaron a valores de 12 a 14 qq/ha de soja, en el presente ciclo 2011/12, por lo general, se ajustaron en un rango de 14 a 16 qq/ha.
De todas maneras, aquellos propietarios que optaron por incorporar maíz para mejorar la calidad del suelo (que es, en definitiva, su patrimonio), aceptaron en muchos casos compartir el riesgo con los arrendatarios. “Algunos contratos para sembrar maíz en la zona se hicieron a porcentaje”, comentó Eduardo Bagnis, presidente de la Sociedad Rural de Río Cuarto.
La mayor parte de la superficie sembrada con maní es gestionada por las propias industrias procesadoras de maní bajo contratos de arrendamiento, ya sea de manera directa –con equipos agronómicos propios– o bien a través de acuerdos con productores (que reciben la semilla y el paquete tecnológico proveído por la industria).
El consumo interno de maní es insignificante. Todas las fichas están puestas en el negocio exportador, el cual presenta condiciones tan favorables que permite a las industrias maniceras operar con márgenes nulos o incluso negativos en el eslabón primario del negocio. El verdadero margen del negocio reside en la industrialización y exportación del producto.
El maní confitero sin cáscara es gravado con un derecho de exportaciòn del 10% y tiene un reintegro del 3,4% (es decir: tiene una retención neta del 6,6%), mientras que el blancheado tiene un derecho del 5% y un reintegro del 4% (retención neta del 1%).
