El informe publicado por el Usda a mediados del mes de agosto impactó negativamente en los precios de los commodities agrícolas. Los valores referentes a estimación de producción, demanda y stocks sorprendieron a todos los operadores y complotaron para provocar la caída en las cotizaciones. La devaluación de la moneda china, en aproximadamente un 3%, aportó lo suyo también de manera inesperada, teniendo en cuenta el potencial de demanda del país asiático.
Infocampo consultó a Nicolás Bassi, licenciado en Economía Agraria, quien señaló que “en referencia al cultivo de soja, un escenario con muchas lluvias influía en la intención de siembra posibilitando una reducción de la misma; sin embargo, la reducción esperada fue menor a la acontecida en aproximadamente 200.000 hectáreas. Además, el clima seco posterior, cuando el cultivo estaba relativamente estabilizado, pretendía una baja en los rindes, ítem que también fue corregido por el informe, estimando un aumento de 1.500 kg/ha. Este diferencial en rendimiento impacta positivamente en la cosecha esperada con cerca de 900.000 toneladas, algo así como 4,9% más de lo esperado. También se redujo el volumen proyectado de la exportación del país del norte, generando un aumento de stocks”.
En esta línea, el especialista señaló que “dentro de un escenario de mayor oferta los fondos de inversión se vendieron provocando que el precio tocara mínimos en los futuros. A su vez, la industria procesadora informó un récord en el procesamiento de julio, rondando los 3,95 millones de toneladas”.
Con respecto al maíz, el consultor agropecuario comentó que “el maíz presentó alzas en los números de stocks finales, se estimó un aumento de 3 millones de toneladas, provocando una diferencia de más de 9 millones de toneladas contra lo que esperaban los operadores; pero no sufrió variaciones en la superficie. Sin embargo, hay muchas dudas con el avance en la productividad del cultivo, por lo que los rendimientos están en la mira aún, y esto provocó que los futuros cerraran en alza en la semana que enmarcaba el informe de Usda”.
Y continuó: “En el informe se estimó una productividad de 10.600 kg/ha, provocando una brecha positiva de 2.700 kg/ha, respecto de lo esperado por los analistas. La mayor demanda interna proyectada para producción de etanol aportó lo suyo también a la firmeza en los precios”.
En cuanto al trigo, Bassi recalcó que “los futuros del cereal cerraban a la baja luego de la publicación del informe. La cosecha de los trigos de primavera se encontraba un 53% por encima respecto de la misma época de campañas anteriores. La cosecha en Europa era buena/excelente y se hablaba de cosecha récord en Francia, pero la sorpresa la dio Europa del Este, con los volúmenes aportados por Ucrania y Rusia, quienes comandaban los abastecimientos en países de África y Oriente Medio, haciendo valer sus ventajas logísticas, relegando a los otros competidores y generando stocks sostenidos”.
Reacciones en el mercado local. Con relación al desarrollo local, Bassi subrayó que “en el mercado local los precios siguieron levemente las tendencias internacionales, mas no se apreciaron cambios drásticos influenciados por el informe, sobre todo debido al modelo de economía cuasi cerrada que domina además el comercio de los productos agrícolas; aunque los productores van tomando nota de la situación y ajustan su planificación en un contexto de problemas no solo económicos y/o financieros, sino ya de estructura. La coyuntura de bajos precios, dólar percibido con diferencial negativo, carga impositiva constante e inflación de costos están provocando los quiebres en la producción, sobre todo en pequeños y medianos productores”.
Por caso, el analista de mercados granarios explicó que “el mercado de la soja copió en un principio la tendencia del mercado internacional. El disponible en pesos ajustaba 0,98% negativo, rondando los $2.030 la tonelada; el mes de agosto caía un 0,89% a u$s223 por tonelada; para septiembre negociaban en los u$s 226, disminuyendo aproximadamente 0,88% por debajo del cierre anterior; para noviembre oscilaba entre los u$s230,5 y u$s230, mientras que julio/16 también mostró un descenso de un 0,78% a la baja, quedando a u$s217,5 por tonelada. Analizando el contexto, todo parece indicar que nos encaminamos a otra campaña de monocultivo sojero, agudizando problemas agronómicos (malezas, rotación) y económicos en lo que respecta a diversificación de riesgo como tomadores de precios”.
Con respecto al maíz dentro del mercado local, el consultor agropecuario aseveró que “el maíz siguió casi inalterable la cotización en disponible rondando los $900/950, aunque copiaba levemente la tendencia alcista para los futuros con incrementos aproximadamente del 1%”.
Por caso, el analista de mercados expresó que “el mes de septiembre mostró negocios entre los u$s101 y u$s100; octubre obtuvo un alza del 0,99% a u$s102 por tonelada; y diciembre se comercializó entre los u$s113 y u$s112, finalmente cerró abril/16 u$s121 por tonelada. Los operadores de insumos muestran gran decepción en referencia a las ventas de semillas en zona núcleo, por lo que es una incógnita la superficie a implantar aunque se prevé una caída de la misma. Las señales económicas y políticas en el corto plazo serán un factor determinante en la toma de decisiones por parte de los productores”.
Por último, Bassi explicó que “el trigo oscilaba el disponible entre $1.000/1.500 dependiendo de la zona; en el sudeste bonaerense la molinería ofrecía aproximadamente $1.450, mientras que en puerto Rosario y para exportación rondaba los $1.040/1.080 por tonelada”, finalizó.
Por Alejandro Besana, Semanario Infocampo

