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Cuál es el papel que cumple China frente a la crisis alimentaria mundial

El despegue económico chino generó el ingreso de millones de personas al mercado de consumo, una de las razones que explica el alza internacional del precio de los alimentos.

El despegue económico chino generó el ingreso de millones de personas al mercado de consumo, una de las razones que explica el alza internacional del precio de los alimentos.
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Por Infocampo

La bonanza económica de China es una de las más importantes razones del fuerte aumento de la demanda mundial de alimentos, que parece estar detrás de la crisis provocada por el incesante aumento de los precios internacionales de las materias primas agropecuarias. Esto es así, porque cuando millones de chinos dejaron atrás la pobreza gracias al milagro del capitalismo, comenzaron a cambiar aceleradamente su dieta tradicional y a consumir más granos y carnes. Esto, a su vez, se reflejó en un aumento de la tasa de la inflación doméstica, la más alta de la última década.

Tradicionalmente China -que tiene unos 700 millones de familias dedicadas a la agricultura- ha sido un exportador neto de arroz y una nación autosuficiente en materia de trigo y otros cereales.

Pero lo cierto es que ese país contiene al 21 por ciento de la población del mundo y tiene, en cambio, tan sólo el 9 por ciento de la superficie arable y problemas serios en materia de disponibilidad de agua y riego. Además, los precios de la tierra han comenzado a trepar vertiginosamente como consecuencia de la crisis del agro y de la necesidad de construir viviendas para una población verdaderamente inmensa.

Por ello las importaciones chinas de soja provenientes del mundo exterior se triplicaron en los últimos cuatro años y hoy atienden el 70 por ciento de la creciente demanda local de ese producto esencial en la dieta local. Más del doble de lo que atendían hace apenas cinco años, cuando las importaciones eran del orden del 30 por ciento.

En los últimos quince años, la producción china de trigo no ha cambiado prácticamente; la de maíz ha crecido (en volúmenes) en un 28 por ciento; la de caña de azúcar, en un 45 por ciento; la de carne, en un 60 por ciento; la de algodón, en un 70 por ciento; la de frutas, en un 140 por ciento; y la de leche, en un 250 por ciento. Todo un salto cuantitativo que, sin embargo, no es suficiente, razón por la cual China debe ahora mirar cada vez más al exterior para poder atender las necesidades de su gente.

También por todo ello China ha comenzado a restringir las exportaciones de maíz, comenzando a importar pequeñas cantidades de este grano.

Hay quienes apuestan que muy pronto lo que está sucediendo en China empujará hacia un proceso irreversible de concentración de la propiedad agrícola, hoy dividida en una multitud de pequeñas propiedades que operan con casi total independencia unas de otras.

Comparada con los Estados Unidos, China tiene un largo camino por recorrer. Uno de los mejores ejemplos de esto ha sido señalado recientemente desde el Finantial Times, que destacó que en los Estados Unidos los tres productores de cerdos más grandes atienden el 80 por ciento de la demanda interna de ese tipo de carne, mientras que en
China los tres principales productores de cerdos están aún por debajo de atender el 10 por ciento de la demanda interna de ese tipo de carne.

Por Emilio Cardenas
Ex embajador argentino ante la ONU

(artículo publicado hoy en la revista El Federal)

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