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Cultivo de peces: un negocio sustentable que trae surubí, dorado y pacú a la mesa de los argentinos

Infocampo conversó con la única firma que siembra las especies en extinción y que comenzará a comercializar en supermercados. Por qué es "la actividad del futuro".

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Por Infocampo

La piscifactoría en Argentina es un rubro que crece de a poco. De la población que consume pescado, el 85% es de mar y sólo el 15% es de río. El motivo tiene que ver con la mala fama que tiene este último, principalmente por el componente de grasa o el sabor residual.

Sin embargo, con el cultivo de peces todos esos aspectos desaparecen, y es por eso que la empresa Cultivo Dorado, perteneciente a Gerula SA, que produce además la yerba mate Romance, arrancó hace cuatro años con la nueva unidad de negocios en Misiones, entre San José y Apóstoles, donde reproduce pacú, boga, sábalo, surubí, dorado y salmón de río (estos tres últimos en extinción).

“Uno de los dueños es un pescador aficionado, un poco frustrado por lo que está pasando en las cuencas, donde están depredando a las especies. Él decidió aprovechar unos espejos de agua grandes que tiene para dar humedad a la zona y para tener de repertorios en caso de sequía, y sembró con peces. A partir de ahí, se le ocurrió hacer de eso una piscifactoría. Fue a Acuicultura, averiguó y le dijeron que no hiciera surubí, porque era muy factible que fracasara. Él, que es medio cabeza dura, se propuso trabajar para obtenerlo, y en menos de cuatro años lo logró”, le contó a Infocampo el gerente comercial de la empresa, Gustavo Ruiz, en el marco de la Exposición Rural, donde tienen un stand.

Cómo es el proceso

Cultivo Dorado posee una estación de reproducción, estanques para engorde y un frigorífico para la faena.

“Con matrices propias, hacemos desovar a la hembra. A la larva le damos un pellet rojo, un alimento que cuando lo come nos garantiza que la población está viva. A medida que van creciendo, los llevamos a los estanques de tres hectáreas para el engorde y terminamos en el frigorífico, donde hacemos la faena para tener el producto final”, detalló Ruiz, quien destacó que el agua está controlada y que no se agregan antibióticos porque “no hace falta”.

En cuanto a la alimentación, está formulada por la firma, aunque la elabora otra.

“Es un negocio sustentable con protección del medio ambiente. En este rubro, el futuro estará vinculado a todo lo que sea cultivo, porque los ríos no van a tener peces para proveer o porque estarán protegidos para pescar”, aseguró el gerente.

dorado

Dorado

Un mercado con buenas perspectivas

La empresa cerró el pasado viernes su primera venta a una cadena de supermercados y anunció que en los próximos días el surubí y el dorado podrán encontrarse en las góndolas de Coto.

Sin embargo, Ruiz remarcó que los primeros compradores fueron los restaurantes, hoteles y pescaderías. “Es porque les garantizamos calidad constante, un calibre parejo y abastecimiento siempre. Contrariamente, en el caso de la extracción puede tocar calidad buena o mala, gusto a lodo, a grasa, a petróleo. Así, los comercios pueden poner el producto en la carta”, afirmó.

Como ejemplo, explicó que si se faenan 2 kilos, con un pescado que “naturalmente no tiene grasa”, se obtiene un filet de entre 300 y 600 gramos, que es una ración, y al sumar una guarnición se logra un plato.

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El lugar

“Tenemos muy buenas expectativas. El mercado de hoteles y el gastronómico crecieron muchísimo, y hoy por hoy sostienen el negocio”, subrayó el gerente de Cultivo Dorado.

En cuanto a las especies que más se consumen sobresale el pacú, que tiene “mucha prensa”.

“Nosotros impulsamos más el surubí, porque somos los únicos de la Argentina que lo producimos. La venta está prohibida. Si uno encuentra una posta grande, es ilegal y Flora y Fauna debería actuar”, advirtió.

pacu

Pacú