Un campo de 1.430 hectáreas ubicado en Tres Arroyos (Buenos Aires), que dedica 2/3 a la ganadería, produce anualmente, con certificación orgánica de Argencert, 500 toneladas de girasol, 600 toneladas de trigo, 80 de centeno y 10 de cebada, y estos cultivos pueden dejar un rédito superior a los $ 220.000; en cambio, si al sector primario se lo integra con la industria y la comercialización se puede obtener una facturación de $ 5.500.000 anuales. Los propietarios de la empresa Hausbrot (que en alemán significa “casa de pan”) vislumbraron este negocio en 1986 cuando compraron el campo, y hoy su producción la procesan en sus propios molinos en su planta de San Isidro. No descartan nada, aunque el girasol que cultivan lo venden en el mercado interno y compran el confitado para su industria. Consumen mensualmente 80 a 100 toneladas de grano para la manufactura y el resto de la materia prima la guardan, alrededor de 1.000 t en silos en el campo y silos bolsa, y otras 45 t las almacenan en San Isidro, donde las mantienen con equipos de frío. En 1988 instalaron la panadería y hoy tienen 14 sucursales, algunas mediante un sistema similar a las franquicias, donde los productos, que poseen entre 26% a 30% de gluten, llegan directamente al público. Emplean cerca de 100 personas (80 en forma directa y otras 20 indirecta). Para el futuro, proyectan crear nuevas sucursales, ampliar los locales e invertir en infraestructura.
Cuánto cuesta
Un kilo de trigo común cuesta 35 centavos, el orgánico un 20% más, o sea unos 42 centavos. La harina común puede costar 70 centavos, mientras que la orgánica, 84. Un pan exclusivamente de trigo se puede vender a $ 3. “Hace 20 años los productos naturales eran caros, hoy hay algunos que son más baratos que otros industriales. La demanda está en permanente crecimiento”, sostuvo Marcos Schneider, propietario de Hausbrot.