El Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (Renatea) detectó nuevos casos de peones rurales “en condiciones de hacinamiento, precariedad e informalidad laboral” en explotaciones forestales de Entre Ríos.
Las fiscalizaciones se efectuaron de manera conjunta con el Ministerio de Trabajo provincial en las localidades de Concordia y Federación, donde se relevaron 79 trabajadores, informó hoy el organismo, según publicó Télam.
En los operativos se comprobaron numerosos incumplimientos de empleadores al Régimen de Trabajo Agrario, como la existencia de peones no registrados y la detección de precarias condiciones de habitabilidad de los campamentos y viviendas.
En Colonia La Argentina, la casa de un puestero en la que vivían su esposa, tres hijos menores y otras dos personas, no contaba con habitaciones ni baños en condiciones dignas.
Tanto los sanitarios como los dormitorios carecían de luz eléctrica, higiene y seguridad, lo que va en contra de lo que la ley 26.727 establece en cuanto a las condiciones mínimas de vivienda, alimentación y traslado de los trabajadores.
A la vez, en un predio forestal ubicado a la vera de un camino vecinal a mil metros de la ex ruta 14, en Federación, se detectaron situaciones de hacinamiento.
“En medio de un cañaveral se encontraron dos casillas de madera de reducidas dimensiones separadas por un toldo, que no contaban con baño, mientras la provisión de agua no presentaba las más mínimas condiciones de higiene”, detalló el Renatea.
Quienes habitaban las precarias viviendas, precisó, eran cinco trabajadores de Concordia, de entre 19 y 44 años, que prestarían servicios para una cooperativa radicada en Misiones.
Por otra parte, en una explotación ubicada entre La Criolla y Los Charrúas se detectaron condiciones de precariedad habitacional en las casillas en las que habitaban alrededor de 20 trabajadores.
Del mismo modo, en cercanías de Concordia se encontró una casilla de chapa en cuyo interior había evidencias de habitabilidad humana, aunque no se encontraron sus moradores.
En algunos casos, “ante al temor de no volver a ser contratados, los trabajadores optaron por esconderse entre ramas y pastizales para evitar ser descubiertos en semejantes condiciones de situación laboral”, explicó la información.
En general, concluyó el Registro, los trabajadores desconocían con precisión la identidad de sus empleadores.
