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El flint puja por mantenerse vivo

Según estimaciones de la Cámara de Industriales de Maíz por Molienda Seca, la producción rondará las 800.000 toneladas. Más del 50% se destina al mercado europeo.

Según estimaciones de la Cámara de Industriales de Maíz por Molienda Seca, la producción rondará las 800.000 toneladas. Más del 50% se destina al mercado europeo.
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Por Infocampo

La Argentina es, por sus condiciones de suelo y clima, el país que puede abastecer al mundo con el maíz colorado duro de mejor calidad para la elaboración de corn flakes. Pese a esta ventaja, la cosecha de este año perdió a uno de sus principales compradores. Según los operadores (y aunque no hubo un anuncio oficial de la ermpresa), Cargill, que se llevaba unas 400.000 a 500.000 toneladas, que procesaba y vendía a industrias europeas, se retiró de este negocio el año pasado.

“La producción local se estima en unas 800.000 toneladas, pero es un dato difícil de calcular porque muchos productores compraban la semilla a Cargill por contratos, que este año no se efectuaron”, indicó Fernando Rivara, presidente de la Cámara de Industriales de Maíz por Molienda Seca. “Estamos mirando atentamente el mercado, el tema es si va a haber un volumen semejante de compras. Creo que va a disminuir y va a ser reemplazado por maíces de menor calidad, provenientes de Rumania o de otros países que ingresaron en la Unión Europea y que están libres de aranceles”, amplió Rivara. De acuerdo con datos del empresario, el derecho de importación que paga el flint argentino para ingresar al viejo continente oscila (con diferencias semanales) entre 20 a 30 euros por tonelada, mientras que el maíz amarillo (de cualquier origen) debe pagar entre 70 a 90 euros. La diferencia aumenta cuando se trata de grits (grano pelado), que deben pagar un gravamen de 150 a 173 euros la tonelada. “Esta política de escalonamiento arancelario les impide a los molinos argentinos competir libremente con los europeos, que reciben un subsidio de 150 euros”. A estas dificultades se suman las retenciones que el Gobierno mantiene para los productos elaborados. Rivara señala que el Gobierno cobra un 20% de derechos de expotación, quince puntos superior a lo que paga la molienda húmeda, que logró un notable crecimiento después de 2002. La tonelada de grano argentino se cotiza a un valor Fob de u$s 100 a 110, mientras los productos procesados tienen un valor Fob de u$s 200 a 260. “El valor del grano es el 30 o 40% de nuestro producto, y nos cobran el 20% sobre el grano y sobre la industrialización; no existe otro sector al que le pase lo mismo que al nuestro”, sostiene Rivara.

Consumo local

“El mercado interno absorbe entre 200.000 y 300.000 toneladas de maíz colorado que se destinan a la molienda seca y otro consumo menor para la industria avícola, que prefiere el flint”, calculó Juan Gear, presidente de Maizar, y aseguró que no le asusta el retiro de Cargill “porque el mercado europeo se va a mantener activo”, aunque reconoció que el volumen viene decreciendo en los últimos años porque es reemplazado por maíces de mayor rendimiento y tecnología incorporada.

Alexia Giménez

agimenez@infocampo.com.ar

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