En estas zonas, con exactamente 1,27 M de hectáreas implantadas con la oleaginosa, se registraron incluso algunos casos donde los rindes sojeros fueron superados entre un 5 y 20 %.
Esta fue una de las principales conclusiones del Congreso realizado por Asagir en Mar del Plata, donde además se ahondó sobre las últimas tecnologías y novedades disponibles para el cultivo.
En cuanto a la fertilización nitrogenada, desde Asagir recomendaron tenerla en cuenta en cultivos de siembra directa, aunque advirtieron que para obtener mejores resultados hay que prestar atención a la envergadura de la cobertura, la historia agrícola del lote y las diferentes temperaturas a lo largo del año.
Sanitariamente, el período crítico para el girasol es la floración, cuando el cultivo queda a merced de tres plagas básicas: insectos del suelo, hormigas y orugas cortadoras. En caso de cultivos en siembra directa, algunas de estas plagas podrían no aparecer, aclararon en el encuentro.
Sin embargo, se remarcó que con la aparición de los primeros híbridos comerciales se intensificó el trabajo de mejoramiento del cultivo y esto generó mejoras sustanciales en la sanidad de la especie.
Independientemente de las mejoras fitosanitarias, la Red Nacional de ensayos de cultivares comerciales de girasol evalúa un promedio de 40 híbridos para cada zona de producción.
En lo que respecta al uso de la maquinaria, en el congreso recomendaron que la velocidad ideal sea de 7 kilómetros por hora, para minimizar las pérdidas promedio, de unos 130 kilos por hectárea.

