La producción frutícola de esta localidad volvió a ser golpeada por una tormenta de lluvia y granizo que causó daños en peras y manzanas, según publicó el Diario de Río Negro.
Aunque todavía los daños no fueron cuantificados, una recorrida por distintos establecimientos mostraron que el granizo golpeó y dañó a gran parte de los frutales en las distintas colonias.
El miércoles minutos después de las 19 una tormenta de lluvia y piedra se desencadenó en toda la región de la fruticultura y duró entre 5 y 10 minutos.
La forma de manga en que se presentó terminó por afectar mayormente a las tierras ubicadas sobre la costa de río donde se habrían producido los mayores daños.
En diversos comentarios de los mismos chacareros, algunos expresaron que fue “mucha agua acompañada de granizo y los golpes a las frutas casi nulos”. En cambio, en otro sector de las colonias frutícolas sus propietarios manifestaron que “fue mucha piedra y poca agua. Y que en un momento el suelo estuvo tapado por las piedras, algunas de ellas tenían el tamaño de una tapa de gaseosa”. En este caso los daños a la fruta fueron mayores.
Según los primeros relevamientos realizados desde la Cámara de Productores, en mayor o menor medida, todas las chacras fueron afectadas por el fenómeno.
“Se pudieron ver manzanas y peras que arrastraban golpes de la tormenta pasada y ahora se les agregaron más golpes que las transforman en inservibles y en otro sector de la colonia se pudo ver frutas nuevas que mostraron los primeros machucones”, comentó Víctor Pardo, presidente de la Cámara local.
Previo a las descargas se pusieron en marcha los cañones antigranizo que habitualmente utilizan como defensa, aunque nada pudo ser efectivo contra la tormenta formada que afectó principalmente la zona de la fruticultura.
La fruticultura de Colorado vivió una temporada para el olvido, donde los distintos fenómenos climáticos terminaron por dañar buena parte de la producción.
Sobre el mes de octubre del año pasado se comenzaron a ver las importantes pérdidas producto de las intensas heladas que se habían registrado en los últimos días del mes de agosto y afectaron las plantaciones de cerezas y las pérdidas llegaron a más de la mitad de esa producción.
Eso también provocó pérdidas en las variedades de durazneros y las temperaturas bajo cero en el mes de septiembre también afectaron a plantaciones de pelones.
Sobre el mes de noviembre de 2012, en un temporal de lluvia y granizo, sufrieron daños buena parte de las chacras. El perjuicio en esa oportunidad se dio en variedades de duraznos, manzanas, cerezas, peras y pelones.
Si esto no alcanzó, el viento de diciembre terminó por conformar un panorama lamentable para la producción.

