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El mercado ganadero apretó la pausa: “Solo se compra y se vende lo estrictamente necesario”

La incertidumbre electoral y económica puso en un impasse al mercado ganadero, situación que se percibe también en otros rubros de la agroindustria. Las últimas lluvias son el puntapié inicial para comenzar a activar la retención de vientres.

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Por Infocampo

La incertidumbre política que se generó a partir de las elecciones del 22 de octubre se trasladó al mercado ganadero.

Tras rumores de intervención en el Mercado Agroganadero de Cañuelas y las definiciones políticas que no llegan, el negocio ganadero apretó –por el momento- el botón de pausa.

Para el mercado ganadero de Rosario (Rosgan), la actividad “ha ingresado en un impasse en el que solo se compra y se vende lo estrictamente necesario”.

Desde la mirada de esta institución, “el ballotage ha corrido la marca, exacerbando aún más el clima de incertidumbre que se respiraba previo a las elecciones de primera vuelta”.

Por eso, como desde el plano político nada parece aclararse y, por el contrario, las definiciones postergan sus plazos y con ellos, los ajustes que demanda la macroeconomía tienen a profundizarse, la consecuencia es este mercado ganadero reducido a movimientos solo por necesidad.

LAS LLUVIAS, LA LUZ DE ESPERANZA

En este marco, es el clima el que empezó a entregar alguna certeza, a partir de las últimas lluvias en la región central.

No obstante, aunque las precipitaciones permitirán avanzar con la implantación de forrajes para reserva y algunos verdeos de verano, los técnicos explicaron que los potreros naturales requieren un plazo de 20 a 30 días para responder.

En paralelo, se suma la preocupación por el estado general de la hacienda, que según el Rosgan no es bueno.

“Aun pudiendo recuperar oferta forrajera en estos plazos, los ciclos biológicos tampoco son inmediatos por lo que ya se descuenta un retraso importante en gran parte de los servicios”, sostuvieron.

La falta de lluvias de los últimos meses postergó la retracción de hacienda que se esperaba en el mercado.

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Los productores, jaqueados por la falta de disponiblidad forrajera, adelantaron la salida de hacienda de sus campos, situación que se reflejó en los altos índices de faena, sobre todo en hembras.

Pero de manera paulatina, el panorama climático empezó a traer algo de alivio. “El clima ha empezado a mover algunas fichas, planteando finalmente un cambio de escenario, tras la elevada faena que se ha estado observando en los meses previos”, destacaron desde el Rosgan.

LA FAENA CAMBIA DE TENDENCIA

En el caso de vacas, la faena en estos días está cediendo, después de números elevados durante buena parte del año.

“Los datos preliminares de octubre muestran una caída en el ritmo diario de procesamiento del 14% respecto de septiembre, aunque en acumulado del año sigue superando en casi un 25% lo faenado en 2022″, sostuvieron.

En el caso de terneros, la situación es similar. Un escenario de destetes anticipados, una zafra relativamente rápida y un alto nivel de encierre -también adelantado- generó una abundante oferta de novillitos livianos en el primer semestre de 2023.

Este adelantamiento en la faena de machos no hace más que restringir la disponibilidad de hacienda que permanece en engorde.

De este modo, la faena de novillos ahora es inferior a la del año pasado, brecha, una tendencia que se incrementará a medida que los campos recuperen receptividad para retomar los engordes de primavera-verano.

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