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El picudo, en búsqueda de soluciones

Jorge Vartparonian, vicepresidente de la Cámara Algodonera Argentina, desarrolló en Infocampo radio la situación actual de los productores frente a la manifestación del picudo algodonero y expuso que la reunión desarrollada en la Secretaría de Agricultura, donde se trató entre otras cosas este conflicto, fue "amable" aunque todavía no se solucionó ninguno de los problemas allí planteados.

Jorge Vartparonian, vicepresidente de la Cámara Algodonera Argentina, desarrolló en Infocampo radio la situación actual de los productores frente a la manifestación del picudo algodonero y expuso que la reunión desarrollada en la Secretaría de Agricultura, donde se trató entre otras cosas este conflicto, fue "amable" aunque todavía no se solucionó ninguno de los problemas allí planteados.
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Por Infocampo

El picudo algodonero, el rechazo de las cargas de algodón en bruto con bolsas de propileno y la eliminación de las retenciones son algunos de los temas que se plantearon en la reunión que se llevó a cabo la semana pasada en la Secretaría de Agricultura, con la presencia del vicepresidente de SENASA Carlos Casamiquela, los principales dirigentes de entidades algodoneras, y el presidente de la Cámara de Exportadores, Fernando Naya. El vicepresidente de la Cámara Algodonera Argentina, Jorge Vartparanian, expuso al respecto que “la reunión fue muy amable pero no se solucionó ningún problema todavía”. Informó que todos los actores están de acuerdo en la definición de los problemas. Entre otros, destacó la rentabilidad del productor, que en este momento ha caído estrepitosamente debido a los bajos precios del algodón, consecuencia de los subsidios norteamericanos que no reflejan el mercado y por otro lado, el tema de las retenciones, gravamen que las principales entidades del agro insisten en eliminar, mientras que el gobierno mantiene una posición bastante dura e inflexible. “El secretario Campos dijo que iba a estudiar el tema de la rentabilidad del productor”, agregó, “y ver quizás si por el lado de los reembolsos de exportación se podría solucionar algo”. Asimismo, sostuvo que el tema del picudo algodonero o anthonomus grandis , la plaga más destructiva del algodón, es un problema de mediano plazo ya que por el momento, solamente un 2% de la superficie sembrada en la Argentina está infectada. Sin embargo, advirtió que se trata de una plaga que se reproduce de manera increíblemente veloz por lo que, en caso de no tomarse las medidas correspondientes, esto constituiría una amenaza para la viabilidad misma del algodón en la argentina.

“El SENASA es un ente muy burocrático y lento”

Por otro lado, Vartparonian informó que el SENASA comenzó a fumigar, en la zona de Paraguay, las 4500 h sembradas con algodón. “Es un trabajo que por ahora es superficial”, consideró, “no tiene los medios para trabajar en tiempo y forma”. Así, explicó que por ese motivo la entidad solicitó a la actividad privada un adelanto de fondos a cuenta de la tasa de 20 pesos por tonelada que están pagando los hilanderos de algodón en este momento, a fines de comprar algunos de los insumos más importantes, como por ejemplo los tubos matapicudos, las mochilas y otros elementos que hacen falta para actuar en Paraguay.

Vartparonian señaló que “con respecto al picudo nos estamos poniendo de acuerdo”, pero consideró que “el SENASA es un ente muy burocrático y lento” por lo que habría que buscar una institución más ágil para cumplir estas funciones de prevención y eliminación de la plaga. Informó que se ha propuesto la participación en el tema de la Fundación Barrera Picudo (Funbapi), a fines de que maneje el dinero que recauda el SENASA en relación al tema del picudo. “Yo tengo mis dudas sobre eso”, opinó “pero hay que tener buena voluntad y, si todos trabajamos juntos a lo mejor puede andar bien”.

Con respecto a la rentabilidad en el sector agropecuario, consideró que algunas cosas pueden ser resueltas mientras que otras, por el momento, permanecerán sin solución. “El problema de los precios bajos del algodón es un problema de los precios internacionales, que están influidos por subsidios norteamericanos, por un exceso de stock de algodón con respecto al consumo y esos precios por ahora seguirán siendo bajos”, expuso. “Ahora, si además de tener el precio bajo, el productor en lugar de usar hilo de algodón para coser las bolsas de la cosecha, y en lugar de usar bolsas de algodón usa bolsas de polipropileno, contamina ese algodón de manera tal que la gente no lo va a comprar”. De esta manera, informó que cuando la Argentina pretende exportar hilado, éste será rechazado si está contaminado o se le harán juicios y reclamos al vendedor por un valor mayor al del hilado, lo que anularía la rentabilidad del negocio.

Queda planteada entonces, la cara del problema que puede resolverse.

Verónica Scornik

vscornik@infocampo.com.ar

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