El Golf Club de Santa Teresita fue el escenario del reencuentro del PJ Bonaerense. En propias palabras de su titular, Fernando Espinoza, un momento de reunión, unidad y reflexión sobre el futuro del movimiento peronista, según publicó Minuto Uno.
Llegaron a esta instancia precedidos por las fugas de algunas figuras de peso relativo en la Provincia, como el merlense Raúl Otacehé –o aún antes la merma del tigrense Sergio Massa– y con la misión de ser “garantes de la defensa del modelo”, según expresaron diversos oradores.
La mira, aunque esquiva y algo reticente, está puesta en 2015, en los nombres y fórmulas que deberán encarar la cruda tarea de la sucesión.
En épocas en que se cuecen habas en todos los reagrupamientos políticos, sobrevoló una pregunta tácita en el aire marino que solo se tiñó con el humo del vacío y el choripan: ¿Quién jugará por la presidencia y quién por la Provincia?
No es casual el escenario, aquí estuvo presente –y omnipresente en este evento- la figura del último de los símbolos que ha unido al peronismo: Néstor Kirchner juntó las tropas en 2010 en este mismo pasto y bajo este mismo cielo.
Los dirigentes peronistas buscaron en las referencias al fallecido ex presidente las fuerzas que resiembren la unidad puesta en discusión en los últimos meses.
Si se trata de analizar candidaturas, el principal emergente es el que nombran todos, Daniel Scioli. El gobernador bonaerense bajó del avión con todo su gabinete y refrendó el inicio del acto con su tesitura siempre calma.
Del otro lado, dialogaba con todo el mundo su jefe de Gabinete y principal operador político, Alberto Pérez, que reconoció a minutouno.com lo que todos saben: el deseo presidencial.
Otro que no escapa a los micrófonos aunque los pronósticos no lo tengan en cuenta es el senador Aníbal Fernández. De dilatada trayectoria en el kirchnerismo, fue invitado a dar un discurso en la apertura y opacó a Scioli con su vehemencia y picardía.
Y dejó un mensaje claro: “Todos los que quieran estar que estén, pero del lado de adentro. Para eso creamos las PASO y haremos unas internas como manda la ley, para resolver al próximo candidato que tendrá el apoyo de todos los otros”.
Pérez también se jugó por una interna de final incierto, en la que todos los sectores participen. De ese modo podrían quedar incluidos Fernández, Scioli, el gobernador entrerriano, Sergio Uribarri –preferido entre la juventud- y otras figuras relegadas como el gobernador salteño, José Urtubey, o el Ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Y fue más allá, anticipando a este medio una eventual aceptación de la idea de reformar la ley electoral para que se salde la fórmula presidencial con el perdedor –o segundo ganador- de la eventual interna.
Fernández, por su parte, negó a minutouno.com esa posibilidad. Dijo que él preferiría una interna no especulativa en la que todos jugaran sus fichas y apoyaran lealmente al ganador. También sopesó la posibilidad de presentarse “sólo si dan los números que sostengan la postulación”.
Otro frente de la futura disputa. Quedó abierta la noción de una interna también en la Provincia. Si se confirman los deseos de las figuritas que recorrieron el Golf Club, “la madre de todas las batallas” podría tener su propia contienda: de un lado, el triunfante y sonriente Espinoza, que organizó el acto y ante la insistencia de este medio solo atinó una sonrisa y un guiño; del otro, Julián Domínguez y Martín Insaurralde, entre otras voces que suenan.
El presidente de la Cámara de Diputados asistió al acto y tuvo su discurso de cierre, pero no tuvo la misma suerte el segundo, que no concurrió al acto a pesar de parte de su equipo estaba allí.
Párrafo aparte merece la disputa de la juventud por su terreno ganado, cuando cerraba el acto sin que ellos hubieran finalizado su debate en la carpa contigua. Irrumpieron entre cantos, obligaron a que se frenara la lectura del documento que había sido consensuado, y solo se unieron en la marcha peronista tras los discursos encendidos del diputado Fernando “Chino” Navarro y el Ministro de Defensa, Agustín Rossi, que dirigieron sus cañones hacia la unidad, la defensa ante los enemigos corporativos y el apoyo de la juventud.
El peronismo jugará en 2015 con muchas figuras y ninguna definición. Todo está por verse, bajo el lema que reinó en el Partido de la Costa: Un solo justicialismo, el de todos.

