Tras varios intentos fallidos, finalmente el kirchnerismo votará hoy en el recinto del Senado la estatización de la universidad de las Madres, durante una sesión donde se votarán varios proyectos que propuso el Gobierno, según publicó La Nación.
Con la sanción del proyecto de ley, se convertirá a la casa de estudios terciarios en el Instituto Nacional de Derechos Humanos. No sólo la estructura de la universidad pasará a depender del Estado, sino también los contenidos educativos. Según la letra del proyecto, prevé la conformación de un Consejo Consultivo designado por la Casa Rosada para “definir el marco filosófico y conceptual ” y garantizar la “concepción democrática y republicana” en los planes de estudio. También la “pluralidad de ideas y diversidad de criterios”. Las partidas presupuestarias para “atender los gastos emergentes de la implementación” saldrán del Ministerio de Justicia.
La iniciativa despertó críticas en la oposición, que denunció un millonario pasivo que tiene la fundación que conduce Hebe de Bonafini y de la que ahora, según entiende, se haría cargo el Estado nacional.
“Se estatiza lo que hasta hoy es un instituto de formación privada, ni siquiera es una universidad. Al estatizarla, el estado, o todos, no solo nos hacemos cargo del plantel de profesores sino que también de un pasivo de $ 200 millones”, advirtió ayer el senador radical Ernesto Sanz (Mendoza).
El senador sostuvo que el proyecto tiene irregularidades, como no contar con el dictamen del Consejo Interuniversitario Nacional, como establece la ley. “No se están siguiendo los plazos legales. Es un despropósito absoluto. Esto va a ser un debate muy fuerte”, señaló.
Las desventuras de la Asociación Madres de Plaza de Mayo comenzaron con el supuesto fraude cometido con la construcción de viviendas populares a través de la Fundación Sueños Compartidos, iniciativa que terminó en la Justicia con Sergio Schoklender y Bonafini, su ex protectora, cruzándose acusaciones.
Ese escándalo impactó en la casa de estudios que Cristina Kirchner quiere estatizar, con la renuncia de algunos docentes que pegaron un portazo en rechazo al apoyo de Bonafini al jefe del Ejército, César Milani, a pesar de que el militar se encuentra denunciado por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura.

