En estos momentos muchos productores están próximos o ya iniciaron la siembra de trigo de la campaña 2008/2009, que no sólo tiene el trasfondo de las medidas tomadas hace dos meses, sino que también se ve afectado por la falta de lluvias.
El momento más fuerte de la siembra de trigo comienza entre el 20 y 25 de mayo; sin embargo, hay zonas que pudieron implantar a principios de esta semana y en el caso de Tucumán, Salta, noroeste de Santiago del Estero y norte de Córdoba sembraron hace tres semanas y alcanzan entre un 40 a un 60% su intención de siembra. Estas implantaciones se pudieron hacer ya que recibieron muy buenas lluvias en los últimos meses que recargaron la humedad de los suelos.
Por su parte en el norte de Córdoba una persistente sequía demora más de lo normal el inicio de la implantación.
“Hay un gran déficit en el contenido de humedad en la zona núcleo y en el sudoeste de Buenos Aires, sur de La Pampa y la región chaqueña, además los pronósticos indican que mayo y junio serán secos, por debajo de lo normal”, explicó Adela Véliz, de Fundación Climagro.
Desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indicaron que todas las regiones trigueras presentan escasa humedad superficial. El centro norte de Córdoba, La Pampa, Centro norte de Santa Fe, Entre Ríos y el sudoeste de Buenos Aires necesitarán 80 mm de agua para alcanzar buenas condiciones para la siembra.
Al cierre de esta edición, se había sembrado un 3% del área total que se estima en 5 millones de hectáreas, una reducción del 8% respecto de las 5,45 millones de hectáreas sembradas en la campaña precedente, según la Bolsa. En cambio el Usda fue más positivo y en su último informe se refirió a un descenso del 5% en la superficie nacional.
“En la campaña 2007/2008 se habían cubierto más hectáreas porque existía mayor disponibilidad de agua en los suelos, especialmente en el centro de Córdoba, en detrimento de lo que sucede ahora”, informaron desde la Bolsa.
En Nogoyá, Entre Ríos, los perfiles no están recargados y la tendencia es sembrar menos que en 2007. “El ánimo no está en sembrar salvo que ayuden los factores climáticos, una lluvia de 30 mm permitiría la siembra”, explicó Claudio Luca, ingeniero agrónomo de la zona.
Por su parte, precipitaciones del 8 y 9 de mayo permitieron que en el centro de Córdoba se esté pudiendo sembrar.
“Por las lluvias hubo una reactivación en el mercado que venía quieto y lo llevó a niveles similares al año pasado.
Esto se dio principalmente en Villa María, Oncativo y San Francisco”, explicó Néstor Padullés, de una agronomía de Marcos Juárez. Mauricio Lattanzi, de la misma zona, explicó que algunos lotes se están haciendo sobre rastrojo de maíz y destacó que los rindes de la campaña pasada se acercaron a 60 quintales. “El productor que viene con rotación de trigo va a hacer trigo, no hay duda de esto”, explicó.
Alejandro Lingua, asesor de campos en Noetinger, Córdoba, dijo que el 13 de mayo varios productores iniciaron la siembra. “A partir del metro hay saturación y de 0 a 1 metro los perfiles están bien cargados, igualmente creo que va a haber una disminución de trigo, pero en esta zona por humedad las condiciones de siembra están dadas”, aseguró Lingua. Allí se comienza la siembra el 15 de mayo. “El grueso se va a largar después del 20 de mayo para ciclos largos, fines de junio para ciclos cortos y principio de julio para ciclos intermedios”, explicó.
Hacia la zona de Inriville, en la Estancia La Redención Sofro, la condiciónde humedad adelantó la siembra 15 días en los ciclos largos, y se prevé que ocurrirá lo mismo con los ciclos intermedios y cortos.
En Monte Buey, Córdoba, los suelos no llegan a 29 mm de perfil, para sembrar en buenas condiciones se requieren 100 mm, explicó María Rosa Mendoza, ingeniera del Grupo Romagnoli. “En la campaña pasada los rindes fueron de 60 quintales “, explicó Mendoza.
Desde Pergamino indicaron que hace50 días que no hay buenas lluvias y se requieren de 40 a 50 mm para iniciar la implantación. La siembra en esa zona arranca a fin de mayo, pero no hay humedad. “Si se soluciona el precio y llueve un poco acá no hay otra alternativa”, explicaba un ingeniero.
Si bien los consultados indicaron un descenso del área, todavía no se arriesgan a dar una estimación. Además, los buenos resultados de la campaña pasada incentivan a que el productor continúe con el trigo. Para citar ejemplos, en 9 de Julio los mejores rindes alcanzaron los 70 qq. Allí, de no hacer trigo podrían inclinarse a la cebada. En Nogoyá, los rindes históricos son de 25 a 35 qq, pero el año pasado saltaron de 35 a 50 qq y en algunos casos a 60. Respecto del paquete tecnológico, Ricardo Melgar, del Inta Pergamino, explicó que seguramente los productores disminuirán sus dosis de fertilización a base de fosfatos entre un 30 y 40%.
Los precios sufrieron un incremento. Un PDA que el año pasado costaba 580u$s, este año supera los 1.200 dólares. La urea mantiene una relación de precios con respecto al trigo cercana a 3:1. Sin embargo, el impacto fue superior en las campañas 2005 y 2006, en las que el precio del cereal era bajo y la relación insumo producto promediaba 4:1. Con respecto al PDA la relación de precios con el cereal creció progresivamente durante las últimas cinco campañas, registró un salto desde la campaña 2007 a la actualidad. Hoy con un valor de PDA de u$s1.200 mantiene una relación de precios de 6:1 respecto del cereal.
Sin embargo, a favor de la siembra los precios del trigo a cosecha hoy son mejores que hace un año. Mientras que en la posición enero el cereal cotizaba 210 u$s/t en el Matba, hace un año era de 132 dólares
Eliana Ramos
