Las decisiones en materia de producción de trigo se han ido dificultando en los últimos años debido a la falta de rentabilidad.
El panorama a nivel nacional no parece alentador, y las perspectivas afirman que será una siembra cercana a las 4 millones de hectáreas. Entre los principales factores que generan un desincentivo a la producción de trigo en la presente campaña se encuentra la cotización del cereal en el mercado argentino, el cual se encuentra alejado del valor internacional por el efecto de impuestos y restricciones a las exportaciones.
En el centro-norte de la provincia de Santa Fe, las expectativas no son las mejores. “Para la presente campaña, en todos los departamentos se espera una caída en la superficie implantada con trigo, debido, principal- mente a los números en rojo que viene dando como resultado el cultivo”, remarca un informe de la Bolsa de Comercio. Además, a la fecha se llevan implantadas aproximadamente sólo 50.400 hectáreas.
Juan Pablo Ioele, técnico del Inta Corral de Bustos, señaló que en Córdoba la situación es bastante semejante, pero los lotes empiezan a sembrarse.”A pesar de que el avance de siembra prosigue lentamente, la superficie de trigo en la zona va a ser menor que la del año pasado. Entre las causales de esta merma seguramente van a influir el precio que desalienta el negocio y también otro agente causal que son las condiciones de siembra”, remarcó Ioele.
Además, el técnico del Inta aseveró que “hace escasos dos meses podíamos sospechar que la superficie sembrada sería mayor, debido principalmente a las muy buenas condiciones hídricas. Esto no fue tan así, ya que en numerosos lotes donde estaba decidido sembrar trigo las condiciones de siembra nunca fueron las ideales y hoy sigue en duda su incorporación”.
A la hora de hablar sobre avances en la siembra, Ioele explicó que “dependiendo en qué zona uno se encuentre, encontrará lotes que aún están con excesos hídricos que no permiten el tránsito de una sembradora, como es el caso de las localidades de Gral. Baldissera, Inriville, Corral de Bustos, Cavanagh, y otras zonas de lomas altas o menor retención, también de esta región donde la siembra viene frenada por estar secos, como en algunos sectores de Monte Buey, Marcos Juárez, Leones o Noetinger”.
Sobre qué materiales se empiezan a sembrar, Ioele resaltó que “en muchos casos la siembra estaba presupuestada hacerse con mate- riales de trigo largos, pero ante la imposibilidad de siembra se fueron cambiando los materiales a cortos para que queden dentro de la ventana de siembra”.
En algunos casos ya hay lotes que están expresando su potencial. Tanto es así, que Ioele destacó que “respecto del estado del cultivo sobre lo ya sembrado dependen de las condiciones en las cuales fue sembrado y del ambiente donde quedó implantado. Los lotes donde se pudo sembrar en fechas tempranas vienen logrando un buen desarrollo radicular y están logrando copiar el perfil de humedad. El estado de los largos o intermedios que se decidieron sembrar con lo justo de humedad están en diferente situación, ya que hoy tenemos lotes que se encuentran afectados por el déficit hídrico superficial del suelo, presentando en numerosos casos puntas de hojas amarilladas por las heladas registradas en la región”.
Además, el técnico del Inta detalló que “en función del magro negocio que ofrece el trigo y las muy buenas condiciones hídricas de algunos lotes, la estrategia era hacer trigo pero con un paquete tecnológico menor; en algunos casos se implementaron lotes solamente para generar cobertura o como doble propósito que dependiendo de su estado se cosechará o se le cortará el ciclo”.
Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario también siguió con esta sintonía. “El trigo está en emergencia en el 42% de los lotes. El resto se encuentra en foliación y una menor proporción aún está germinando”. Por último, la Bolsa afirma que “la falta de agua amenaza la implantación de la última tanda del trigo”.
Por Alejandro Besana, Semanario Infocampo
