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En Argentina ya se fabrica la primera hamburguesa “plant based” de una firma nativa digital

Con el sabor y la textura de la carne, una marca rosarina ya la fabrica solo a base de proteína vegetal. La comercializa por venta directa y "on line".

infocampo
Por Infocampo

Adolfo Rouillon y José Robledo son rosarinos, socios y emprendedores desde hace unos veinte años. Rouillon dialoga con Infocampo y cuenta la historia de ambos, que se divide en dos: en los primeros diez años, fundaron una empresa de “software” y, en los segundos diez, se vincularon al mundo de los alimentos.

Hasta cierto punto en esta historia, estos dos mundos, el virtual y el alimentario, eran paralelos pero ahora están unidos. Como parte de esta conjunción, Rouillon (Foto 1, derecha) y Robledo (izq.) conocieron a Bernardo Milesy, fundador de Glocal, el primer fondo de aceleración en Argentina y América Latina nacido con foco 100% en “agrifoodtech“.

Así, entre las intenciones de los emprendedores y los objetivos “food tech” de Milesy, hubo “match”. 

“En Rosario, estamos trabajando colaborativamente entre muchas personas, empresas e instituciones, buscando agrandar el ecosistema agrifoodtech y posicionar a la región como epicentro de innovación en este tema”, dice Milesy.

Frizata Founders Adolfo Rouillon y Jose Robledo

El primer cambio de paradigma que llevaron a cabo Rouillon y Robledo, con la creación de Frizata, es que se trata de la “primera firma argentina nativa digital”. ¿En qué consiste? La marca no existe en el mundo físico y toda su presencia es virtual. 

“Trabajamos en un modelo de doble innovación porque tenemos productos únicos, que no se encuentran en la granja o el supermercado, son solo ofrecidos ‘on line’ y siguiendo la tendencia ‘DTC’ (directo al consumidor, por sus iniciales en inglés), lo que genera una relación directa ente la marca y los clientes”, explica Rouillon.

FRIBURGUER VEGGIE

Como parte de esta tendencia de productos “únicos y diferenciados” que propone Frizata, también está la primera hamburguesa del mercado argentino “plant based”, llamada FriBurguer Veggie. Este novedoso alimento que llegó al mercado es fabricado exclusivamente a base de proteína vegetal, pero “con el sabor, el color y la textura de la carne“, describe la marca.

Entre los principales componentes, la hamburguesa posee proteína de soja y productos vegetales.

“FriBurguer es un producto extremadamente novedoso que, por un lado, llega a través de un canal de venta no tradicional y que además tiene un precio 40 por ciento inferior al de una hamburguesa tradicional”, comenta Rouillon.

Hamb plancha

Por ahora, la innovación se comercializa en Rosario y cinco ciudades de ese entorno, mientras que, a fin de año, la marca planea desembarcar en Buenos Aires. Asimismo, el emprendedor anuncia que, pronto y con los mismos principios de FriBurguer, estará disponible “FriNugget”.

Claramente, las tendencias globales “foodtech” ya están llegando a la Argentina y también es un hecho que desafían a los consumidores y a la industria.

“Somos un país con fuerte desarrollo en los agronegocios y muy competitivo en este sentido. Esto es tierra fértil para las agtech. Pero mejor aún es que también lo sea para las empresas foodtech y, llegar de esta forma, al consumidor final”, sostiene Milesy. A esto agrega que el uso de la tecnología, para generar proyectos disruptivos agrifoodtech, puede permitir que la Argentina pase de ser exportador de materias primas a productor de alimentos, por medio estas nuevas compañías.

El directivo de Glocal reconoce, además, que la tecnología viene a solucionar diferentes demandas que tiene el consumidor. De esta manera, se están achicando las distancias y ayudando a “desintermediar” entre el productor de alimentos y el consumidor. 

A su turno, Rouillon completa: “En sí misma, la tecnología no es una diferenciación, lo que genera un valor es cómo usamos la empleamos para generar una propuesta de valor única para el negocio”.

VEGETARIANO, VEGANO O …

“No apuntamos al vegano ni vegetariano, sino consumidor que quiere reducir el consumo carne -meat reducer-, es decir, que quieren una posibilidad sabrosa, accesible por precio, pero que tenga otro origen de proteínas. Es para balancear y traer alternativas, sin renunciar a la experiencia de la textura y el sabor de la carne”, reconoce Rouillon. 

Al respecto, también Milesy resume: “Hay nuevas tendencias en el consumo de alimentos, que no son novedad. El consumidor quiere conocer la trazabilidad de lo que come, busca equilibrar su dieta, elegir cuándo y qué comer e, incluso, poder planificarlo. La oportunidad está en que todo eso lo quiere resuelto, no pretenden ser especialistas en nutrición. Y ahí es donde la tecnología puede generar el cambio, dándole la solución en mano”.