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En busca del protagonismo perdido

Los delegados de la cadena piden una mayor representatividad, mejoras en infraestructura de logística y transporte, y resolución de los problemas impositivos

Los delegados de la cadena piden una mayor representatividad, mejoras en infraestructura de logística y transporte, y resolución de los problemas impositivos
infocampo
Por Infocampo

Robustecer sus bases institucionales, restringir la informalidad laboral, impositiva y sanitaria, mejorar la distribución de ganancias, lograr una mayor accesibilidad a los mercados y la realización de mejoras en infraestructura para bajar los costos de transporte son algunas de las demandas que requiere el sector productivo frutihortícola.

Productores, representantes de las entidades del sector, legisladores y funcionarios del Gobierno, entre los que se encontraba el subsecretario de Política Agropecuaria, Claudio Sabsay, asistieron a la presentación de la Federación Latinoamericana de Mercados Abastecedores (FLAMA).

En este marco, representantes de las provincias dieron a conocer su opinión sobre la realidad del sector.

“Los problemas impositivos son importantes, sobre todo para los pequeños productores”, dijo Américo Barúa, de la Federación Nacional de Productores y Operadores de Mercados Frutihortícolas de la Argentina (Fenaomfra), en comunicación con Infocampo. El dirigente consideró que la depresión del mercado interno y el bajo poder adquisitivo repercute negativamente en el productor. “Este es un tema que hay que comenzar a resolver porque afecta a los pequeños y medianos productores que tienen problemas de financiamiento y deudas impositivas”, aseguró. En este sentido, destacó la importancia de que este grupo tenga la protección del Gobierno porque si no “la recuperación va a ser difícil”.

María Elena Luddeck, de la Cámara de Operadores Mayoristas Frutihortícolas (Comafru), pidió por una mayor presencia del sector en la toma de decisiones. Entrevistada por Infocampo, enfatizó que “el punto más crítico es que tengamos voz y voto en el Mercado Central y una participación activa para no permitir más arbitrariedades como en otras gestiones”.

Hay un problema que si bien no está directamente relacionado con la producción sí lo está con la venta y lo que finalmente compran los consumidores. Lo destacó Luddeck cuando habló del control de la “clandestinidad”, y también Jorge Morales, de la Asociación de Cooperativas Hortícolas y Frutícolas Argentinas (Achofar), quien consideró que se observaba un incremento de la “comercialización marginal” provocada por la disminuida capacidad de compra de la población.

Una de las propuestas de Achofar es la integración del Mercado Central en el marco de la definición de una política frutihortícola nacional, así como también la necesidad de empezar a tener en cuenta las necesidades específicas de un “sector generador de empleo calificado y no calificado”. En lo que respecta a las exportaciones y los acuerdos interregionales, Morales enfatizó que “el país debe defender el acceso a los mercados y no aceptar la competencia desleal”.

Conocer los errores para crecer

Todos los integrantes de la cadena de valor deben poner énfasis, dar cuenta de los errores y los aciertos para poder compartirlos y en ese compartir experimentar un crecimiento. El diputado nacional Rubén Daza es el coordinador del Foro Federal Hortícola y vicepresidente segundo de la Comisión de Agricultura; representa a una de las aristas de la discusión. “La idea es darle una mayor institucionalidad al sector de las frutas y verduras, una producción que en la Argentina es federal y que genera 700.000 puestos de trabajo”, expresó a Infocampo el diputado. Aseguró además que estaban trabajando “para evitar la informalidad laboral, impositiva y sanitaria”. Y respecto de la distribución de las ganancias, dijo que “hoy el productor está recibiendo el 17% del valor final que paga el consumidor, cuando debería cobrar el 30 por ciento”.

Por su parte, el subsecretario de Política Agropecuaria, Claudio Sabsay, apuntó a dos desafíos importantes. “Hay que aumentar la circulación de información para lograr una mayor transparencia sobre precios e ingresos y poner atención en la sanidad e inocuidad que trajo problemas”, explicó.

Adolfo Storni, de San Miguel S.A.

Tucumán es una de las provincias que más aporta al desarrollo productivo de la citricultura nacional. Desde allí parten cargamentos por millones de dólares y se generan numerosos puestos de trabajo.

Para puntualizar los desafíos que deberá enfrentar el sector citrícola en las próximas campañas, el representante de San Miguel S.A., Adolfo Storni, invitado especial a la presentación de Flama, es un buen referente. El director comercial hizo hincapié en la competitividad interna. “Tenemos una pobre infraestructura para llevar la producción desde los campos al puerto”, dijo. Y especificó: “Cuando el medio más eficiente es el transporte ferroviario, nosotros seguimos transportando enormes porcentajes vía camión, lo que aumenta los costos y genera una merma en la competitividad”.

La citricultura detenta una importancia socioeconómica determinante en la Argentina dado que emplea a 1,5 persona por hectárea. Se cultiva en un área de plantación de 150.000 ha.

“Se necesitan inversiones, sobre todo en lo que tiene que ver con el riego”, dijo, y citó como ejemplo a Chile, que tiene incursiones destacadas en el tema.

En cuanto a la relación comercial de la Argentina con los principales mercados, Storni consideró que era importante “que se logren, a partir del gobierno, los acuerdos comerciales con los principales mercados y que la gestión de negociación tenga continuidad, porque los negociadores de la Unión Europea están sólidos y bien preparados comparados con los nuestros”.

Otro de los elementos críticos para la Argentina, después de la debacle económico-financiera y social de 2001, es lograr consolidar una “imagen país” sólida y confiable, algo que costará, pero que hay que remontar.

Por Juan Ignacio

Martínez Dodda

jdodda@infobae.com

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