El nivel de los arroyos afluentes del río Paraná empezó a descender desde ayer a la mañana y si bien los tres puentes que fueron afectados desde el pasado martes ya no estaban siendo cubiertos por el agua, las autoridades sólo decidieron habilitar el ubicado en el Cuña Pirú, según publica El Territorio.
El Paranaí y el Piray Guazú recién serán habilitados después de que los técnicos de Vialidad Nacional realicen las inspecciones correspondientes para verificar sus estados estructurales.
Como consecuencia directa del segundo día con los puentes inhabilitados, las localidades de Montecarlo y Caraguatay siguen aisladas con el resto de las localidades de la provincia y ayer empezó a sentirse la falta de combustible; y se estimaba que desde hoy también se empezará a resentir el abastecimiento de garrafas y otros artículos de primera necesidad.
Los puentes fueron desbordados por la inusual crecida del río Paraná, que recibió en pocas horas otra imponente cantidad de agua desde el río Iguazú tras al menos una semana de intensas lluvias en el Sur de Brasil, las cuales superaron ampliamente a las que se registran en por lo menos tres meses.
El pico máximo de la crecida en Cataratas y en el Alto Paraná misionero se registró durante el propio martes, inutilizando esos tres puentes que están ubicados entre Capioví y Eldorado, en dirección a la turística ciudad de Puerto Iguazú.
Anoche Vialidad Nacional resolvió habilitar el Cuña Pirú y mantener cerrado los otros dos puentes.
La situación más complicada se da en el viaducto ubicado sobre el arroyo Paranaí, que podría seguir clausurado por dos semanas más. Así, la situación de Montecarlo y Caraguatay es dramática, teniendo en cuenta que desde el martes a esas localidades no ingresan camiones con artículos de primera necesidad. Al estar entre los dos puentes cerrados, la alternativa que podría llevar algo de alivio sería la habilitación del denominado puente Banana, ubicado entre Montecarlo y Puerto Piray.

