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En su retorno, el “dólar soja” fue recibido con fuertes críticas del campo

En las últimas horas, se multiplicaron los comunicados de entidades rurales en contra de esta medida. La preocupación alcanza a la cadena láctea, por el incremento de costos para los tambos.

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Por Infocampo

La primera edición del “dólar soja” para el Gobierno dejó un récord de más de U$S 8.000 millones liquidados durante septiembre, que es la cifra que usa como antecedente para haber reactivado el Programa de Incremento Exportador (PIE) y buscar otro auxilio para el problema de pérdida de reservas.

Sin embargo, tal como ocurrió durante la primera etapa del PIE, las expectativas del campo no son positivas, sino todo lo contrario: en las últimas horas se multiplicaron las críticas de entidades rurales en contra de este diferencial en el tipo de cambio para incentivar las ventas de los productores.

El reclamo no solo se agota en los productores agrícolas, que se sienten destratados tanto por el Gobierno como por los exportadores, sino que también alcanza a los sectores que utilizan la soja como materia prima para la alimentación animal, como tambos y feedlots, y que verán encarecido durante un mes su precio.

FEDERACIÓN AGRARIA

“Continuar multiplicando los tipos de cambio atenta contra el sector y la economía en general. Las políticas de parches son eso: parches que implican algún beneficio a unos pocos y complican a la mayoría”, advirtió Federación Agraria.

Y aseguró que la experiencia del primer “dólar soja” demostró que “sólo sirvió para seguir concentrando, beneficiando a actores que no somos los productores, menos aún a los pequeños y medianos que directamente ya no tenemos soja para vender”.

“Asimismo, la vez anterior impactó muy fuerte y negativamente sobre el precio de los arrendamientos, de los insumos de las economías regionales, como así también en los insumos de la actividad avícola, la ganadería vacuna y porcina y la lechería, por lo que no sólo los productores no nos beneficiamos con nada, sino que directamente nos perjudicamos”, subrayó la entidad federada.


RURALES DE SANTA FE

Del mismo modo, la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe) calificó a la medida de “indeseable” e “infantil” y dijo que es posible que haya productores que accedan a la misma, no porque la consideren beneficiosa, sino porque deben cumplir compromisos asumidos y enfrentan una situación de quebranto.

Carsfe recordó que en septiembre aumentaron los alquileres agrícolas y los subproductos para alimentación de cerdos, aves y vacunos, y que en este momento hay que adicionar que “en el peor momento productivo por efecto del clima, fuerza a la producción a tener que asumir mayores costos y aceptar valores menores por sus productos, por intromisión en los mercados y tipos de cambio diferentes”.

También criticó que, como paliativo, “se anuncia desde el Estado un método de compensaciones, que todavía no fue elaborado porque no tienen tiempo para la sensatez, para contrarrestar los efectos negativos”.

“Es una medida infantil y de muy baja eficacia, porque todos sabemos que no llegan a las manos de los productores por lentitud de implementación, burocracia estatal y desviaciones indeseables de los fondos”, completó Carsfe.

ENOJO EN BUENOS AIRES

En tanto, desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), afirmaron que “volverá la cacería en el zoológico para algunos jugadores de la cadena, que resguardados en las necesidades fiscales del Gobierno, embolsan disimuladamente un diferencial de precio que no se le pagará al productor”.

Según Carbap, esto ya sucedió en la primera etapa del PIE. Por eso, “volvemos a remarcar que es una medida macroeconómica de suma cero (lo que se recauda este mes no se recaudará el próximo trimestre), que no hace más que generar distorsiones en el mercado y promover consecuencias negativas en productores de distintas actividades conexas (tambos, granjas, etc)”, adicionó.

Y prosiguió: “Se pretende seguir manejando el ritmo de la producción agropecuaria desde un escritorio, indicando quién, cuándo, cómo y por cuánto tiempo se establece un valor arbitrario de un producto”.


Dentro del territorio bonaerense, las nueve sociedades rurales del norte provincial, que suelen ser muy confrontativas (San Pedro, Baradero, Pergamino, Rojas, San Antonio de Areco, Capitán Sarmiento, Salto, Colón y Arrecifes), fueron más allá y titularon su comunicado: “Jugar con tramposos”.

“Un nuevo dólar soja se ofrece para conseguir solo un poco de oxígeno. La trampa nos envuelve y nos pone unos contra otros, quienes tienen compromisos los deben honrar, y al mismo tiempo quedarán estigmatizados; los privilegiados harán su gran negocio, traje a medida para la prebenda”, enfatizaron.

De todos modos, consideraron que “aun así, nada cambiará, en poco tiempo buscarán otro dólar y será otro momento conflictivo”.

La Sociedad Rural de Carlos Tejedor fue otra que salió al cruce del “dólar soja”, en un comunicado titulado: “La sequía desnuda realidades”.


PREOCUPACIÓN LÁCTEA

En paralelo, la Asociación de las Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel) manifestó su preocupación por el dólar diferencial para la soja y sus derivados, debido a “lo que este efecto provoca en el incremental de costos tanto de la alimentación como del arrendamiento (ya que el 50% de toda la producción de leche se hace en campo alquilado) de los pequeños y medianos tamberos”.

“Este sector ya soportó las adversidades climáticas de este año,  gran sequía y heladas tardías en toda la cuenca lechera que castigó mucho toda su producción de leche. Esperamos que las compensaciones que se anunciaron lleguen en tiempo y forma para suplir el aumento de costos que la medida conlleva”, dijo Apymel.


En tanto, la Cámara de Productores Lecheros de la Cuenca Oeste de Buenos Aires (Caprolecoba) había difundido su panorama mensual antes de que se confirmara el nuevo “dólar soja”, pero había manifestado su inquietud ante esta posibilidad.

“Desde enero a octubre de 2022, la inflación ha sido del 76,6%, el dólar se ajustó 49,7% y el precio de la leche de tambo 69,5%. Y en los últimos meses, la leche ajusta por debajo de esas dos variables. Las industrias negocian la letra chica de los “precios justos” con la SCI, hay pocos negocios ofrecidos en el mercado externo (aún con precios deprimidos), siguen aplicando retenciones, y vuelven a hablar otra vez de un “dólar soja” (que dispara los costos del tambo). Con este escenario ¿Qué puede esperarse para el 2023? Estamos muy preocupados“, dijeron los tamberos bonaerenses.