Los australianos realizaron la primera prueba a campo con un trigo transgénico, modificado genéticamente para presentar tolerancia a la salinidad. El desarrollo fue realizado por investigadores del Grain Biotech Australia (GBA), liderados por Alan Tough y fue testeado en la última campaña 2005/06.
El ensayo se realizó en un suelo altamente salino, con una conductividad de 180 milisiemens por metro, en donde se colocaron los nuevos trigos junto a variedades convencionales. El resultado fue que los transgénicos estuvieron entre 20 y 23% arriba en rendimiento respecto de los comunes.
En cambio, en niveles “normales” de salinidad (67 milisiemens por metro), las variedades convencionales rindieron 5% por arriba de las modificadas genéticamente. Los investigadores no brindaron los valores absolutos de rendimiento.
Para los productores australianos, la tolerancia a la salinidad es un aspecto crucial. En la región occidental de ese país se estima que hay unas 4,3 millones de hectáreas afectadas por este problema, superficie que podría duplicarse para mediados de siglo, según la información que distribuye el GBA.
Hasta el presente, se intentó producir cultivos resistentes a la salinidad por técnicas convencionales de mejoramiento, pero los resultados no fueron muy alentadores ya que esa tolerancia se daba con niveles bajos de salinidad.
La vía de la transgenia trabajó en una de las cuatro estrategias que existen para desarrollar esta tolerancia: la metabólica. Así se buscó inducir la producción de osmoprotectores, compuestos inertes que se pueden acumular en altos niveles en las células de las plantas tolerantes, que de esa forma pueden ajustar sus niveles osmóticos respecto del ambiente.
Según el GBA, por los métodos moleculares se han logrado desarrollar plantas que pueden crecer en soluciones que contienen hasta un tercio de agua de mar.
En la construcción del evento de tolerancia a la salinidad se utilizaron tres genes, uno de los cuales proviene de la planta “laboratorio”, Arabidopsis thaliana, y comanda la producción de la enzima ornitina amino transferasa, responsable de la síntesis del osmoprotector prolina. Los otros dos genes incorporados funcionan como marcadores y le confieren resistencia al herbicida cianamida y a los antibióticos neomicina y kanamicina.
Para este año están previstos nuevos ensayos, con más líneas de trigos transgénicos tolerantes a la salinidad. Según manifestó Tough, la dificultad que estarían enfrentando estas investigaciones es el financiamiento, ya que los sponsors no estarían viendo cómo se introduciría esta genética en el mercado.
Antecedente
Si agronómicamente estos trigos funcionan, habrá que ver la aceptación del mercado a comprar un trigo transgénico.
Hasta ahora, el antecedente es el trigo resistente a glifosato, que Monsanto trató de sacar al mercado en los EE.UU. y Canadá, y que tuvo que ser archivado porque los industriales y productores se mostraron reacios a aceptarlos.
