Hace 4 años, un proyecto del diputado Romero introdujo el tema de los biocombustibles en la Argentina.
Frente al estancamiento de dicho plan cuyo título, “Biocombustibles”, fue transformado por la Comisión de Energía en “Biodiesel” dejando absolutamente fuera del mismo al etanol y al maíz, directivos de Maizar, la asociación que nuclea a todos los integrantes de la cadena productiva, comercial, industrial, alimenticia y exportadora del maíz, decidieron darle nuevo impulso al proyecto.
Así, participaron de una reunión en la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados, a fines de exponer la posición del sector privado ante los diputados.
El proyecto implicaría un montaje de gran envergadura, que a la vez, traería aparejados muchísimos beneficios para los distintos sectores que participen del mismo.
Se estima que con 100.000 hectáreas de maíz se podría producir etanol y mezclarlo en un 5 % con las naftas. Maizar calcula que, en una primera etapa, habría que construir cuatro plantas procesadoras.
Su presidente, Juan Avellaneda, sostuvo que participar de la reunión en Diputados “fue interesante porque, como institución nueva, es la primera vez que nos invitan, para ver la parte de agronomía o agricultura de la Cámara de Diputados”.
En cuanto a la propuesta retrasada dijo que “hace 4 años que el diputado Romero empezó con este proyecto y se ha ido alargando por una razón u otra. Yo pienso que viendo la situación actual del país, y la importancia del crecimiento de zonas como el NOA el NEA, el desarrollo de la rotación de los cultivos, etc., el etanol pasa a ser una alternativa de transformación industrial que permitiría aumentar el área sembrada”.
Por otra parte, agregó que “el etanol es un cultivo que mejorará el medio ambiente, ya que “los combustibles normales son cancerígenos”. En este sentido, comunicó que la idea de usar etanol avanza en el mundo a pasos agigantados. En el caso de Brasil, casi todo este biocombustible se realiza con caña de azúcar, y en Estados Unidos, a partir del maíz.
Lo interesante de este caso es que en EEUU hay cooperativas de productores que están produciendo etanol.
En relación a la aplicación de esta tecnología en la Argentina, expresó que ” el tema del etanol es una cosa que tiene que avanzar. En EEUU el 50% del etanol es producido por cooperativas de productores, e inclusive algunas cotizan en bolsa”. Así, consideró que las cooperativas constituyen una magnífica opción para integrar a los productores no sólo en la producción básica del maíz sino también en la industria de transformación del mismo.
“Creo que es importante aclarar que en el norte no se puede producir por la distancia, el costo de los fletes a los puertos, etc.”, agregó, “pero estamos trabajando muchísimo, con productores, con el INTA, con fisiólogos y ecofisiólogos. La semana que viene tenemos reuniones en Tucumán y Salta .Yo no veo ninguna razón para que esto no avance”.
Por otro lado, Avellaneda expuso que el proyecto debería realizarse con no menos de un 5% de etanol en el corte, ya que, con un porcentaje menor, no sería rentable montar la infraestructura que este emprendimiento requiere.
El presidente de Maizar informó que producir etanol con ese corte para toda la nafta del país, implicaría entre 60 y 100 mil hectáreas cultivadas con maíz. Además de este incremento, cabe destacar el aumento de mano de obra que favorecería el proyecto.
Si tenemos en cuenta las cifras provenientes de EEUU para dar cuenta del impacto del emprendimiento, podemos observar que, durante el año 2003, más de 25 M de t de maíz se destinaron en ese país a la producción de 10 mil 600 M de litros de etanol, lo que proporcionó 200 mil puestos de trabajo.
Avellaneda destacó que “tenemos que avanzar en todos los sectores. Hay que pensar que con el excedente de lo que se utiliza para producir etanol se produce un alimento base para el engorde de hacienda y feedlots y así, las plantas que estén cerca de los centros de transformación podrían tener feedlots a precios razonables”.
Asimismo comunicó que existen aproximadamente 600 productos basados en la industrialización del maíz. Algunos de ellos son cervezas, vinos, perfumes, pinturas y explosivos.
Finalmente, Avellaneda manifestó que “hay mucho por hacer y esto nos hará crecer, no sólo en el norte sino en toda la Argentina”.
Verónica Scornik
infocampo@infobae.com
