En su balance anual cerrado en diciembre de 2014 registró ventas por 11.348 millones de euros que versus los 11.281 millones del año anterior le adjudican un incremento del 0,6%. Por otra parte, la ganancia final del ejercicio fue de 303 millones de euros, lo que significa un incremento del 90% respecto del año anterior, cuando ganó 157 millones de euros.
Estos números la ubican entre las principales lácteas del mundo y una de sus características principales es que está orientada a productos con mayor valor agregado, es decir, quesos, yogures, leches infantiles, entre otros productos. Al contrario de sus competidoras no ha diversificado su portfolio y continúa enfocada fuerte a todo lo que tiene que ver con los lácteos y sus derivados.
Segmentadas sus ventas por regiones, Europa representa ingresos por 6.768 millones de euros; aquí cuenta con 13.300 empleados y 71 unidades productivas. En las Américas sus ventas fueron por 361 millones, cuenta con 163 empleados y seis establecimientos productivos.
En Asia y Oceanía las ventas durante 2014 fueron por 2.974 millones de euros, donde cuenta con 7.574 millones de empleados y 32 unidades de producción y ventas. Por último, en África y Oriente Medio obtuvieron ingresos por 1.241 millones, contando con 6 unidades productivas y más de 1.000 empleados.
En cuanto a las perspectivas, “en todo el mundo el volumen de leche producida en total se espera que crezca un 2-4% en 2015”, menciona Friesland Campina.
Como resultado de los bajos precios de los productos lácteos, se vuelve posible para que los consumidores de los mercados emergentes puedan nuevamente ser capaces de comprar más productos lácteos”.
El grupo menciona que tiene “dificultad para estimar” la demanda de lácteos de China, el principal importador, y las perspectivas de Rusia son pesimistas, otro de los mayores compradores, que tiene una prohibición a las importaciones desde países de Occidente. “No se espera que la demanda en Rusia se recupere rápidamente”.
El grupo añadió que los exportadores de productos lácteos de la eurozona podrían obtener una ventaja en los mercados de exportación, gracias a la debilidad de la moneda.
“El euro relativamente barato significaría que los productos lácteos de la eurozona tendrían la capacidad de competir mejor que otros abastecedores del mundo con diferentes monedas, por lo que más productos lácteos se podrían exportar”.
Finalmente, para el 2020 la compañía viene desarrollando un plan de acción para abastecer la creciente demanda de la mano de más inversiones, al tiempo que ajusta sus costos productivos y acerca productos con mayor valor agregado.