En la época en que no dejó negocio-ilegal por hacer, Ricardo Jaime necesitó de varios testaferros para que figuraran como dueños de los bienes malhabidos gracias a la corrupción que reinó en la Secretaría de Transporte entre 2003 y 2009, según publica Infobae.
Por eso junto a Jaime fueron procesados por enriquecimiento ilícito integrantes de su círculo familiar y de negocios. Uno de los casos más llamativos del uso de testaferros por parte de Jaime fue el de su ex suegra, quien actualmente tiene 85 años.
El ex funcionario kirchnerista puso en 2006 a nombre de María Filomena Pfaffen una casa de fin de semana en el barrio cerrado Camino Real de San Isidro. La mujer es la madre de Silvia Reyss, quien fuera pareja de Jaime y también procesada porque no pudo justificar el aumento de su patrimonio en los años en los que el ex secretario de Transporte ejercía a pleno sus facultades recaudatorias.
Jaime recurrió a los servicios como testaferro de su ex suegra, una jubilada que por entonces vivía en Río Gallegos, para poner a nombre de ella una casa de fin de semana que, mientras fue funcionario público, utilizaba para descansar de los enormes problemas que le generaba la administración del sistema de transporte en la Argentina.