Los precios internacionales de las materias primas cayeron 35% en 12 meses, y si la exportación argentina mantiene los mismos volúmenes del período 2012-2014, el país tendrá de 7.500 a 8.000 millones de dólares menos por año por la incidencia de ventas de trigo, soja, maíz, harina y aceite de soja, leche en polvo y carne bovina.
Así lo consignó el economista de la Fundación Mediterránea Juan Manuel Garzón, al analizar el nuevo escenario para los precios internacionales de commodities.
“Los precios internacionales de las materias primas cayeron 35% en los últimos 12 meses, aproximándose al ajuste de 42% observado durante la crisis internacional de 2008/09”, sostuvo en un informe.
Explicó que en aquel momento, la merma de las cotizaciones obedeció a una contracción de la demanda mientras que, actualmente, este fenómeno está impulsado por un fuerte aumento de la oferta entre estos de petróleo, granos y leche cruda.
“La caída de precios afecta los ingresos de divisas de la mayoría de los países de la región. En el último año, la merma para la Argentina de las exportaciones totales ha sido de 16%, equivalente a 2,3% del PIB”, dijo.
Mientras que en Brasil, las ventas al exterior se recortan un 12% (1,2% del PIB) y en Chile lo hacen un 10% (2,9% del PIB), consignó.
Para Garzón, “en caso de que los actuales precios de las commodities se mantengan, si la Argentina exportara los mismos volúmenes del período 2012-2014, entonces el país habr de disponer de 7,5 a 8 mil millones de dólares menos por año”.
“Este cálculo contempla la incidencia de los principales productos pampeanos: trigo, soja, maíz, harina de soja, aceite de soja, leche en polvo y carne bovina”, señaló.
El especialista analizó que los dos gobiernos de Cristina Kirchner estuvieron acompañados de muy buenos precios internacionales de commodities, en particular el segundo. “Por caso, el precio de la soja en el primer gobierno tuvo un valor mediano de u$s449 la tonelada en puertos argentinos y luego escaló a u$s527 en el segundo mandato”, añadió.
La leche en polvo entera cotizó a u$s3.535 en Nueva Zelanda (referencia mundial) en el primer gobierno y a u$s3.400 en el segundo. En tanto, la carne bovina congelada que exporta Brasil promedió u$s3.900, para subir luego hasta u$s4.355.
“A diferencia de lo que sucediera con los mandatos de CFK, lo más probable es que el próximo presidente no sea acompañado por altos precios de commodities. Al menos este es el consenso actual y sería el supuesto más prudente con el que debería trabajar el gobierno entrante, en particular al momento de estimar flujos de comercio, políticas impositivas y la política económica en general”, aseguró en declaraciones relevadas por la agencia Noticias Argentinas.
Consideró que el escenario base debería contemplar un ajuste de precios respecto de los valores observados en años previos: “Por caso, una soja a u$s375 la tonelada exportada, que implica un ajuste del 29% respecto al valor observado durante el segundo mandato de Cristina Kirchner, o un precio de la leche en polvo de u$s2.500 la tonelada, con un ajuste del 25% respecto del precio medio de los últimos 4 años”.
En la evaluación de los principales commodities de la región pampeana, la carne bovina aparece con mejores perspectivas, con un ajuste leve (6%) respecto del precio observado 2011-2015 (FOB Brasil).