El 7 de junio próximo la Asociación Argentina de Brangus realizará en Resistencia, Chaco, la jornada ganadera con el lema “Mirando al futuro”, en la que se disertará, entre otros temas, sobre la inseminación a tiempo fijo (Iatf). La charla estará a cargo del Dr. Pablo Chesta, del Instituto de Reproducción Animal de Córdoba, Irac, quien adelantó a Infocampo sobre esta técnica que está llevando mayor eficiencia a la ganadería.
Según Chesta, llegado el momento de poner en marcha un programa de Iatf es necesario tener en cuenta algunos factores de manejo, nutricionales y sanitarios: en primer lugar hay que cerciorarse de que las vaquillonas se encuentren por lo menos en el 65% de su peso adulto. Por otro lado es recomendable realizar un tacto preservicio a los fines de determinar su grado de desarrollo ginecológico. En este contexto también hay que tener en cuenta el tipo y estado de las instalaciones y el personal entrenado en el manejo de este tipo de programas, porque el tratamiento es bastante estricto en cuanto a los tiempos de realización de cada actividad. Como último punto, la calidad del semen a utilizar es uno de los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de realizar un programa. Inseminar con un semen de mala calidad tiraría por la borda todos los esfuerzos realizados con el manejo de las vacas, su nutrición, tratamiento, etc. Es recomendable realizar un examen de calidad seminal previamente a la Iatf de todos los toros a utilizar.
En este contexto, Chesta explica que la sincronización de los celos en un rodeo mejora la eficiencia del sistema porque posibilita concentrar el esfuerzo en unos pocos días y acortar los períodos de servicio, optimizando de esta manera el trabajo del personal y el uso del semen congelado. La mayor ventaja con esta técnica es que se logra un porcentaje de preñez del 50%, contra el 36% que se obtiene realizando la inseminación tradicional, en la que se realiza la observación de los animales dos veces por día y luego se separa a aquellos detectados en celo para su posterior inseminación por parte de personal entrenado. Estos programas duran entre uno y dos meses y necesitan de por lo menos dos personas afectadas exclusivamente a este trabajo durante todo el período.
Prostaglandina F2a y Ovsynch
Los tratamientos con prostaglandina F2a (PGF) son los más usados para la sincronización de celos en ganado de carne. Si se administra a un rodeo una dosis de PGF, aproximadamente el 70% de ellas deberían entrar en celo. En pos de perfeccionar la técnica también se utiliza el método Ovsynch, que consiste en la administración de la hormona liberadora de las gonadotrofinas (GnRH), para controlar el desarrollo folicular, una dosis luteolítica de PGF siete días después, y una segunda dosis de GnRH 1,5 o 2 días después de la PGF, para controlar la ovulación. Se inseminan todas las vacas a tiempo fijo entre las 15 y 24 horas de la segunda GnRH.
