Pese a la compleja situación que atraviesa la ganadería, el típico esquema de engorde de hacienda vacuna sobre pasturas y con una suplementación estratégica sobre el final del ciclo (terminación) sigue dejando un margen económico.
Uno de los pocos invernadores que subsisten en el corazón de la zona núcleo pampeana, donde mandan la soja y el maíz, cargó esta semana dos jaulas con novillos de exportación para un frigorífico ubicado en Santa Fe.
El precio acordado fue de $4,95 el kilo de carne âal ganchoâ, es decir, después de faenada. Se trataba de hacienda cruza, proveniente del norte del país, que salió del campo con un peso de 460 kilos. Con un rendimiento en el frigorífico de 58%, el precio pactado equivale a $2,87 el kilo en pie, o esa que por cada cabeza el engordador obtuvo 1.320 pesos.
âCon los precios actuales del ternero de reposición, la relación es que con un novillo se pueden comprar 2,5 terneros y siempre se dijo que cuando la relación es superior a 2 a 1, el negocio de la invernada es buenoâ, comentó este productor en diálogo con Infocampo.
En un remate reciente en el cual compró hacienda, por un lote de 150 terneros de entre 180 y 190 kilos de peso promedio, pagó $2,66/kg, es decir entre 480 y 500 pesos por cabeza. âCasi estamos en una relación de tres a uno con el novilloâ, explica el invernador.
Manejando buenas pasturas que le permiten sostener cargas muy altas de animales por hectárea, la terminación con grano, aunque cara, sigue siendo posible. El 30% de su campo lo destina a agricultura, de donde saca el maíz que luego les da a los novillos, a razón de 7 a 8 kg por día, durante unos 60 días.
Como se le acabó el cereal, recientemente tuvo que salir a comprarlo pagando 370 a 380 pesos la tonelada más IVA, a retirar de la planta de silos. âLo que digo es que aun con estos precios del maíz, suplementando en terminación, si el novillo de exportación se mantiene a $5/kg de carne y el ternero no se dispara, el negocio de la invernada no es maloâ, asegura.
En diciembre, vendió novillos cruza Limousin, una raza de las denominadas continentales, de muy buen rinde en la mesa de despostada. Los colocó a $5,10/kg de carne y tuvo un rinde de 59%, con lo cual el equivalente en pie fue de casi 3 pesos.
Pero después, en enero, la actividad de los frigoríficos exportadores decayó de la mano de las intervenciones oficiales para controlar los precios.
Este engordador sostiene que el Gobierno se equivoca limitando la exportación, porque la mayor parte de la carne de estos novillos pesados se vuelca al mercado interno, con lo cual, cuando el frigorífico no faena, como le ocurrió a varias plantas en enero, la oferta interna disminuye, neutralizando el objetivo buscado.
