Después de años pensando en el este como camino para las exportaciones, las provincias mesopotámicas argentinas podrían empezar a volcar sus envíos por distintos pasos cordilleranos, hacia el sudeste asiático, vía Chile. Cierto es también que, para que esto se concrete, falta mucho y se necesitan cuantiosas inversiones.
En este marco, la reunión de los gobernadores de Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, La Rioja, Mendoza, San Juan y Catamarca, que hace unos días firmaron un convenio con el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para impulsar la concreción de obras de infraestructura en los pasos cordilleranos con el fin de facilitar el intercambio comercial, es un avance.
Si bien el paso mendocino del Cristo Redentor (Corredor Bioceánico Central) junto al desarrollo de la Ruta Nacional 7 es el de mayor prioridad para el Gobierno, también se planea el desarrollo de otros pasos: San Francisco (Catamarca), Pircas Negras (La Rioja) y Agua Negra (San Juan), entre otros.
El Corredor Bioceánico Central también tiene proyectada la comunicación con Brasil. Articula Santiago de Chile, Mendoza, Córdoba, Santa Fe y Rosario al Área Metropolitana de Buenos Aires, Curitiba, San Pablo y Río de Janeiro, y absorbe el 80% del tránsito fronterizo comercial terrestre. Las obras para posibilitar el tránsito ferroviario de 3,3 Mt/año Argentina-Chile, demandarían un costo estimado de u$s 260 M.
El Paso de Aguas Negras, que conecta la provincia de San Juan con la IV Región de Chile, necesitaría la construcción de un túnel de baja altura para el que se presupuestaron entre u$s 205 M y 251 M.
La producción local, si quiere proyección internacional hacia el mercado del sudeste asiático, necesitará conectar los polos productivos e industriales del centro-este del país para llegar en menor tiempo y a menor costo de transporte.
Por mucho que se proponga desde las provincias, las inversiones son cuantiosas y necesitan de la venia del Gobierno Nacional (puntualmente la cartera que depende de Julio De Vido) y de la participación de grupos inversores del exterior.
Alternativas
Las alternativas de financiamiento que pueden utilizarse son rentas, cargos por uso (peajes), fondos específicos (se basa en la apropiación del Estado de los beneficios que produce una obra mediante impuestos con asignación específica) y programas de privatización de la inversión pública y financiamiento parcial de la misma. Habrá que ver qué camino se elige.
