Caída. El representante de la entidad bahiense destacó que se ha recolectado 80 % del trigo, con márgenes bastantes inferiores a los que se venían obteniendo en campañas anteriores. âSegún nuestras estimaciones se puede hablar de caídas en los rendimientos que van de entre 20 y 30 por cientoâ, precisó.
Como en la zona sudeste de la provincia de Buenos Aires, una de las mayores actividades agropecuarias es la producción de trigo, la situación para los productores no sería de las mejores.
âCon pérdidas como las que se están obteniendo habrá una fuerte retracción de granos para comercializarâ, comentó Foco, mientras que admitió que en la medida oficial de regular el mercado triguero, habría tenido que tenerse en cuenta aquellas zonas donde los otros cultivos como la soja y el maíz no están tan desarrollados y donde la ganadería, que es otro de los fuertes de la zona, se encuentra también limitada por medidas oficiales.
âAcá lo que mueve la economía regional es el trigo. Con precios regulados y cosechas menores, evidentemente esto va a repercutir, y muchoâ, remarcó.
Impacto. Las zonas en las cuales la sequía impactó sobre la producción granaria, alcanza la mayoría del sudeste bonaerense con diferentes grados de intensidad.
Desde Bahía Blanca hacia el norte de la provincia, los déficit hídricos no habrían sido tan importantes, aunque en casos excepcionales la caída de rindes es mucho mayor que el resto.
En lo que respecta a la zona Sur, Torquins y Puán, son dos de los partidos que más sintieron la falta de agua al momento de la siembra del cereal y que redujeron en más de 10% el área de siembra proyectada por organismos oficiales antes de la implantación.
Sin embargo, y pese a esta situación, no se vio afectada la calidad de los granos cosechados. âHasta el momento no se ha mencionado ningún tipo de problemas sobre este tema, seguimos teniendo la misma calidad de cereal que veníamos obteniendo en cosechas anterioresâ, dijo Foco.
En cuanto a las proyecciones de acopio para el 2007, el dirigente dijo que al igual que el año pasado, la intervención oficial hizo que los productores fueran reticentes en cuanto a la idea de deshacerse de la mercadería.
No obstante, los últimos datos oficiales confirman un fuerte aumento en la utilización de la capacidad instalada.
âEn nuestra zona hay mucho trigo almacenado. La venta inmediata ya casi no se usaâ, remarcó Foco.
RECUADRO
Las obras sobre el puerto permanecen postergadas
n La menor magnitud de la cosecha para la zona y el retraso en las obras de infraestructuras planeadas para el puerto de Bahía Blanca, son parte de las limitantes que el productor tiene para aumentar su rentabilidad y capacidad de comercializar a menores costos. âHay obras que están planeadas desde la década del 80 y jamás se concretaron, comentó el directivo de la Bolsa. Además dijo que desde varias instituciones se están evaluando medidas para ordenar el tránsito y aumentar el arribo de los camiones.
Sin embargo, la zona portuaria se vio beneficiada por importantes obras privadas, no sólo en el ámbito cerealero sino también en el petroquímico; âsiempre está pendiente y postergada la obra oficialâ, dijo.
Esta situación impactará sobre la actividad portuaria, comentó Foco.
Según datos oficiales, durante el 2005 los arribos de camiones superaron los 135.000 y hasta diciembre del 2006 llegaron al puerto 113.000. En cuanto el volumen de toneladas operadas en el 2005, fue de 6 millones, un 21 % más que el 2006.
âLas perspectivas estarán muy vinculadas con la cosecha y con las posibilidades del puerto multipropósito recientemente habilitadoâ, culminó.
Gustavo Malem
gmalem@infocampo.com.ar
