La entidad señaló que la recarga de los perfiles de los suelos “alienta muy buenas perspectivas para los cultivos implantados y los por implantar”.
Según publicó La Nación, en el centro-norte de Santa Fe se estima un aumento del 20% del área destinada a la soja respecto de las 805.000 hectáreas sembradas en el ciclo anterior, con lo que la superficie superaría el millón de hectáreas. “La siembra se encuentra desfasada en más de 20 días y a la fecha se ha implantado sólo el 10% de lo previsto. Además, se observan tareas de resiembra en sectores que tuvieron abundantes lluvias y encharcamientos.”
En cuanto al trigo, avanza la cosecha en los departamentos del Norte (parte de Nueve de Julio, Vera, General Obligado, San Javier, San Justo y el este de San Cristóbal), de acuerdo con las condiciones de piso. “Los rindes mínimos oscilan de 6 a 8 quintales por hectárea y los máximos, de 18 y 22 quintales, con lotes puntuales de 25 quintales. El 30% de la superficie sembrada en la región ya fue cosechado.” Según la BCSF, para el cierre del ciclo se estima un rinde promedio de entre 18 y 20 quintales, “con tendencia a disminuir, porque se empiezan a observar algunos ataques de fusarium”, que plantean mayor incertidumbre respecto de la calidad de la cosecha.
