“El mercado a término tiene la función de darle transparencia a la transferencia de precios (FOB versus FAS). El gobierno, con la intervención del mercado de maíz y de trigo, metió una cuña en esa transferencia de precios”. Así lo indicó hoy Guillermo Desiervi, presidente del Matba.
“Con la acción del gobierno (nacional) se produce un quiebre y queda una zona oscura, porque el precio FAS no se aproxima ni tiene correlación con el precio FOB. Al no poder trasladar transparente y fehacientemente las fluctuaciones de los mercados a nivel internacional, es poco lo que se puede operar en el mercado de futuros y poco lo que se puede esperar de él”, explicó Desiervi en declaraciones realizadas al programa Infocampo Radio (AM 950).
“El sistema elegido por el gobierno, desde nuestro punto de vista, es absolutamente erróneo, no en el objetivo, pero sí en la implementación, porque si el objetivo es preservar la mesa de los argentinos, no hay un solo argentino bien nacido que no pueda estar de acuerdo con eso, pero creemos que las herramientas que ha aplicado el gobierno no sólo no preservan la mesa de los argentinos, sino que la ponen en riesgo y eso lo vemos claramente con el tema de la carne (bovina)”, comentó.
Desiervi consideró que las intervenciones, coartando la libertad de exportaciones, asignándole cupos a la exportación e incluso cerrándolas, son “la peor herramienta que el gobierno podría haber elegido”.
“En el último siglo las exportaciones argentinas de granos estuvieron siempre abiertas y nunca faltó ni trigo ni maíz; el mercado se autorregula, porque ningún exportador es tan tonto como para exportar lo que luego no va a poder conseguir en el mercado local. Intervenir cerrando el negocio es absolutamente contraproducente”, apuntó el presidente del Matba.
“El precio del maíz y del trigo, además de las retenciones, tiene (para el productor) el castigo de la intervención del gobierno, que le saca en maíz unos 40 dólares y entre 50 y 60 dólares por tonelada en el caso del trigo; ese menor precio que recibe el productor no se transforma en un menor precio para los consumidores. Invito a ver cuál es el precio de los alimentos sin retenciones ni intervenciones en los países vecinos: nos vamos a encontrar con una desagradable sorpresa. Los alimentos en el resto de Latinoamérica e incluso en EE.UU. valen lo mismo o menos que en la Argentina”, finalizó.

