“La caída de área implantada es consecuencia de las bajas expectativas y de la nula rentabilidad para los productores”. Así lo indicó hoy un estudio realizado por los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
“Hay malas condiciones de rentabilidad y medidas restrictivas del comercio del cereal que determinaron que en la actualidad cerca del 35% de la última cosecha continúe sin venderse por no encontrar compradores”, señaló el informe.
“Ante esa realidad, muchos productores han optado por no sembrar trigo en 2015, lo que perjudica la vida económica de las comunidades pampeanas y disminuye el ingreso de divisas para el país”, agregó el documento de CREA.
En tanto, diez años atrás, la cosecha nacional de trigo fue de 16,9 millones de toneladas y la producción mundial, de 626,7 millones. En el último ciclo, la Argentina produjo 12,5 millones de toneladas (26% menos), mientras que el mundo alcanzó los 726,4 millones (16% más). “Para la siembra de este año, en nuestro país, se pronostican caídas adicionales importantes”, advierte el documento.
Por su parte, según el estudio de la entidad técnica, desde el ciclo comercial 2007/8 al 2013/14 se comercializaron 86,2 millones de toneladas de trigo de las cuales, por las restricciones comerciales impuestas, el 56% se negoció por debajo del valor que correspondería haber pagado mensualmente en el mercado argentino.

