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Lattuca: “La agroecología no es para locos, ni para hippies, ni para pobres”

Así lo aseguró el Ing. Agr. Antonio Lattuca en el Congreso, para derribar preconceptos, en la audiencia pública donde se debatió una futura ley de Agroecología.

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Por Infocampo

La semana pasada, en la Cámara de Diputados de la Nación se realizó una Audiencia Pública para discutir una ley de Agroecología para Argentina, a instancias de la diputada por Santa Fe y presidente del Bloque Socialista, Alicia Ciciliani.

Funcionarios, legisladores y representantes de diferentes organizaciones vinculadas al cuidado ambiental, la agricultura familiar y la producción agrícola se dieron cita en la Cámara de Diputados para dar a conocer sus sugerencias, críticas y puntos de vista sobre el Proyecto de Ley de Agroecología presentado por la diputada santafesina y debatir qué cuestiones clave debería incluir una ley de este tipo.

La agricultura agroecológica comprende a la producción de alimentos de alto valor nutricional y organoléptico, que se obtienen protegiendo el ambiente, reduciendo los costos de producción y permitiendo acceder a una renta digna a los agricultores.

“La agroecología no es para locos, ni para hippies, ni para pobres”,  afirmó el Ing. Agr. Antonio Lattuca, coordinador del Programa de Agricultura Urbana de Rosario en la audiencia.

Según Ciciliani, su proyecto tiene como objetivo fomentar y articular políticas, programas y acciones que impulsen el desarrollo de Sistemas de Producción Agroecológica mediante la promoción y regulación de procesos de producción, distribución, comercialización y consumo de alimentos saludables, es decir, los obtenidos con sostenibilidad ambiental, económica, social y cultural.

Para eso, dispone crear el Registro Nacional de Producciones Agropecuarias (RENSPA) y un código para identificar a los Productores Agroecológicos y un Sistema Nacional Único de Certificación Participativa que sería coordinado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en cada una de las provincias que adhieran a la ley. Cada provincia contaría con unidades de certificación conformadas por universidades, colegios profesionales, organizaciones de productores, asociación de consumidores, estado provincial y estados locales las cuales podrían funcionar en las estaciones experimentales del INTA.

Los objetivos de la certificación serían construir sistemas productivos económicamente viables; preservar los recursos naturales y su biodiversidad; promover la soberanía, la seguridad y salubridad alimentaria, la dignidad del trabajo de la familia de los agricultores, el acceso de toda la población a los productos agroecológicos, los circuitos cortos de comercialización; y lograr un precio justo para el productor y accesible para el consumidor.

Además, el proyecto de Ciciliani también propone crear la marca Producto Agroecológico para aquellos obtenidos por producción agroecológica y certificados.

“El Estado debe destinar recursos del presupuesto nacional para el desarrollo de la agroecología”, dijo Ciciliani. Y consideró que además de producir alimentos saludables, “debemos pensar en la agroecología como un nicho de creación de empleo joven” así como darles una participación activa a los productores, al INTA y a las universidades en esta materia.

“Nos parece conveniente generar un marco legislativo para el desarrollo de un modelo de producción sustentable que garantice el acceso a los alimentos sanos y de calidad para la población, fomentando las economías regionales y el desarrollo local. Es inminente plantear la necesidad de un cambio en el modelo de desarrollo agropecuario vigente y discutir las fortalezas y debilidades de la Agroecología como paradigma emergente para el logro de un Desarrollo Rural Sustentable en nuestro país”, argumentó Ciciliani en referencia al proyecto presentado

El debate

En la audiencia pública realizada en el Anexo de la Cámara de Diputados de la Nación los representantes de distintas organizaciones vinculadas a la problemática de la producción y el ambiente expusieron sus opiniones y discrepancias con respecto al proyecto, y debatieron en torno a los puntos que debería incluir una Ley de Agroecología. Allí, además, estuvieron presentes los diputados nacionales por Formosa, Luis Basterra y Lucila Duré; el diputado nacional por Misiones, Alex Ziegler; la diputada nacional por Mendoza, Graciela Cousinet; el diputado nacional por Santa Fe, Hermes Binner; la diputada nacional por Buenos Aires, Gabriela Troiano; y Nicolás Lucas del Ministerio de Agroindustria.

“El objetivo de la agroecología es producir alimentos de acceso popular. Hay que proteger y reconstruir la biodiversidad. La agroecología es económica y técnicamente viable. Solo se necesita voluntad política”, dijo Franco Segesoo, coordinador de Agricultura y Alimentos de Greenpeace.

Para Alicia Alem, miembro del Consejo Político Continental del Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe (MAELA), la agroecología debe comprenderse holísticamente: “La entendemos dentro de una economía social y solidaria, debemos apostar a construir la soberanía alimentaria”, expresó.

“Tenemos que salir de la pancarta y hacerlo posible. Hay que reaccionar, los productores de soja dejan los suelos infértiles”, criticó por su parte, Daniel Vázquez, del Programa Cambio Rural de Marcos Paz.

A su turno, el Ing. Agr. Antonio Lattuca, coordinador del Programa de Agricultura Urbana de la Municipalidad de Rosario, de larga y exitosa experiencia en esa ciudad, señaló: “La agricultura familiar nos puede dar todo, no necesitamos más diagnósticos, necesitamos cambiar de paradigma, romper mitos. La agroecología no es para locos, ni para hippies, ni para pobres. La agroecología puede alimentar al mundo. Necesitamos formar profesionales de grado. Estamos ante una encrucijada de la humanidad”, remarcó.

En tanto, el Lic. Mauro Casella, secretario de Desarrollo Territorial y Economía Social del Gobierno de Santa Fe, opinó que si bien “una ley no cambia la realidad, abre nuevos horizontes”.

Para Luis Custodio, del Banco de Semillas, “es el momento de trabajar en un proceso manso de transformación, producir un cambio social hay que romper con el conocimiento científico convencional”.

Además, participaron los especialistas en Agroecología: Marcelo Jaramillo, director de Conservación y Desarrollo Sustentable de la Fundación Vida Silvestre; el ingeniero agrónomo Javier Souza, especialista en Agroecología; Roberto Miguel Burgos, productor de la Asociación de Familias Productoras de la Cuenca del Río Luján; Daniel Bereilles, de la Cooperativa de Productores Familiares de Cañuelas; Cecilia Mayorga, de MOCASE; José Cuellar, de la Escuela Campesina de Agroecología; Claudio Lowy, productor de Tandil; Margarita Gómez, de la Escuela Campesina de Agroecología; Raimundo Laugero, de vía Campesina; Lautaro Viscay, Secretario Técnico de la Reunión Especializada de Agricultura Familiar; el Ing. Agr. Jorge Ullé, Coordinador Nacional de Agroecología (REDAE); Federico Andrés Lopardo, sirector de Procesos Productivos para la Agricultura Familiar del Ministerio de Agroindustria de la Nación; entre otros.

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