Después de esperar cinco horas en la Alcaidía de los Tribunales de Comodoro Py, el empresario Lázaro Báez ingresó este mediodía esposado al despacho del juez federal Sebastián Casanello, quien el martes ordenó su detención en una investigación por lavado de dinero. Se trata del trámite más importante de una jornada que arrancó con la declaración del hijo del empresario, Martín Báez, y del contador Daniel Pérez Gadín, según publica Infobae.
El dueño de Austral Construcciones declara ante el magistrado, quien decidió avanzar en la investigación por lavado de dinero tras la difusión de los videos de la financiera SGI, más conocida como “La Rosadita”, donde se ve al hijo del empresario y a Pérez Gadín, entre otros, contando millones de euros y dólares.
La Policía Federal despejó el cuarto piso de Comodoro Py y montó un celoso operativo de seguridad.
Lázaro Báez había dejado trascender su enojo por la detención y, según informó Infobae, analizaba qué estrategia defensiva será más eficaz. Con documentos y material probatorio, entre sus colaboradores no excluían la posibilidad de acusar a Cristina y Máximo Kirchner. Sin embargo y en principio, el empresario de Austral Construcciones no haría revelaciones sobre la trama de negocios.

