Las cotizaciones de los contratos futuros de la mayor parte de los commodities cayeron hoy luego de que el presidente de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), Ben S. Bernanke, dijera que por el momento no está en sus planes realizar una nueva súper emisión de dólares estadounidenses.
En noviembre de 2010 la Fed instrumentó la segunda expansión monetaria de alcance masivo (denominada QE2) por un total de 600.000 millones de dólares. Ese plan, que finalizó en junio pasado, generó un recrudecimiento de la inflación global en dólares (basta ver en este gráfico el crecimiento que desde entonces registraron los precios de los commodities).
A partir de mayo pasado hubo una esperable corrección bajista en commodities (materias primas básicas). Pero en los últimos días muchos operadores especulativos volvieron a tomar posiciones en dicho mercado ante la posibilidad de que las autoridades monetarias estadounidenses tengan que seguir inyectando dólares en el sistema para evitar agravar los problemas económicos y sociales presentes en EE.UU. (para más datos ver aquí).
La cuestión es que ayer los precios de los commodities –entre los cuales se incluyen los granos– volaron porque Bernanke dijo, durante una exposición presentada ayer en la Cámara de Diputados de EE.UU., que la Fed podría seguir imprimiendo dinero en caso de que las cosas no vayan del todo bien.
“Existe la posibilidad de que la debilidad económica reciente (en EE.UU.) pueda ser más persistente de lo esperado y que los riesgos de deflación (interna) podrían reaparecer, lo que implicaría la necesidad de una política de apoyos adicionales”, comentó ayer Bernanke.
Sin embargo, en otra presentación realizada por Bernanke hoy jueves –esta vez ante el Senado de EE.UU.–, el titular de la Fed aseguró que no se está evaluando realizar una nueva súper emisión de dólares. Esto provocó una venta generalizada de acciones denominadas en dólares y contratos futuros de commodities.
Los pocos commodities que hoy registraron subas fueron el oro y la plata (tradicionales refugios de valor en casos de incertidumbre extrema) y, extrañamente, también la soja.
Posiblemente esté relacionado con un cable difundido hoy por la agencia Reuters que indica que las importaciones chinas de soja pasarían de 51,6 millones de toneladas en 2010/11 a un rango de 56,1-56,6 M/t en 2011/12, mientras que en ese mismo período las de maíz pasarían de 1,50 a 5,0 M/toneladas, según estimaciones de analistas consultados por la agencia internacional.
El dólar estadounidense, si bien es la moneda de referencia a nivel global, desde comienzos de los años `70 no tiene respaldo en ningún activo físico. Por ende todo aumento de la oferta de dólares que no se corresponda con el crecimiento económico real tiene un impacto directo en el valor relativo de los bienes básicos de toda economía (es decir: los commodities).
La última vez que la Fed decidió crear liquidez de manera masiva fue a fines de 2008 con el propósito –en el marco de otras muchas acciones– de salvar en ese entonces a la economía mundial de un colapso. Esa decisión generó una inflación enorme en commodities. La mala noticia es que también provocó (y seguirá provocando) y aumento de la volatilidad (es decir subas gigantescas acompañadas de correcciones bajistas violentas).
A fines de 2010 la Reserva Federal volvió a incrementar la base monetaria en el marco de una acción entonces denominada “Quantitative Easing 2” o por sus siglas QE2 (el número dos es porque se trató de la segunda expansión monetaria de alcance masivo). Esta semana muchos operadores de fondos especulativos esperaron el anuncio del QE3. Pero no pudo ser (al menos por ahora).
