La compraventa de campos está virtualmente parada y sólo se conocen negocios muy puntuales en los últimos meses.Los compradores revisan los pocos campos que están a la venta y las escasas ofertas son muy duras (25-30% debajo de la pretensión o más). Los vendedores no tienen apuro por vender. De este modo, esperan y rechazan toda oferta que sea muy distinta de lo que se pide.
No hay demasiados campos en oferta y los potenciales vendedores esperan un mercado más dinámico para ofrecer sus inmuebles a la venta. Tampoco tienen en claro qué hacer con el dinero en mano una vez efectuada la venta.
Los negocios que se encaminan son aquellos en donde los vendedores tienen alguna necesidad: alguien que vende para disolver una sociedad de condominio no deseada o que vende para comprar. Por su parte, los compradores sienten que si el negocio no es bueno (fuerte quita en el precio) no compran.
La soja a 430 u$s/tonelada en Chicago comienza a despertar algunos compradores y algunos operadores avezados ya están tomando posición. Tenemos pedidos de campos muy definidos en valores con un 20-25% por debajo de una cotización normal para una época de crisis.
Para los vendedores es tarde, los precios de alguna manera se acomodan a la baja en los únicos negocios que hoy son posibles.
En este contexto, los compradores especulan con la posible baja en el mercado, dado que no hay oferentes ciertos, y si no consiguen un buen precio, esperan.
Jorge Dorado
Especial para Infocampo
(artículo publicado en la edición de hoy de Infocampo Semanario)
