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Momento para producir proteína animal

Una serie de hechos se pueden concatenar para terminar describiendo un escenario donde la Argentina, país agropecuario, tiene una oportunidad única: estamos hablando de avanzar hacia la producción masiva de proteínas animales a partir de las materias agrícolas. 1) El lunes tuve oportunidad de conversar con el ministro del Campo de la provincia de San... Read more »

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Por Infocampo

Una serie de hechos se pueden concatenar para terminar describiendo un escenario donde la Argentina, país agropecuario, tiene una oportunidad única: estamos hablando de avanzar hacia la producción masiva de proteínas animales a partir de las materias agrícolas.

1) El lunes tuve oportunidad de conversar con el ministro del Campo de la provincia de San Luis, Reynaldo Pastor. Fue en ocasión de un taller sobre biocombustibles. El funcionario había leído la nota de tapa de Infocampo de la semana pasada, donde se presentaba el caso del productor Fernando Chiaramello, de Ponedoras del Sur, que está creciendo con gallinas ponedoras y cerdos.

“Ese es el modelo al que apuntamos y para eso estamos armando el Parque Industrial de la Carne”, opinó Pastor, en referencia al cluster agroindustrial en donde se radicarán plantas de faena de bovinos, porcinos y caprinos, y una de producción de pollitos BB. Es que el paso de transformar granos en proteínas animales multiplica por cuatro el valor de esas materias primas. Y para las economías extrapampeanas, agregar valor es vital para que sus producciones de granos no pierdan competitividad frente a las de regiones próximas a los puertos, más cuando al subir las retenciones a niveles como los actuales, el flete vuelve a tener un peso significativo en el valor del grano.

2) Este jueves se inauguró en Alvear, provincia de Buenos Aires, una nueva granja porcina. Se trata del primer tramo, de 1.000 madres en producción. En total, el proyecto terminará siendo para 4.000, dos tercios de lo que hoy es Pacuca, una de las granjas más grandes y sofisticadas de la Argentina.

La inversión total demandará unos $50 millones. Cuando esté completo saldrán anualmente al mercado unos 100.000 capones al año, que representan unas 11.000 toneladas de animal en pie por año. Este planteo demandará unas 33 a 35.000 toneladas de alimento balanceado por año, básicamente maíz, que de no estar esta inversión seguramente se hubiera ido tal cual a un barco, para alimentar pollos o cerdos en el exterior.

Quienes llevan el emprendimiento adelante no son nuevos. Ya tienen una granja porcina y un feedlot. Pero ahora, asociados con inversores extrasectoriales, pueden encarar su crecimiento.

3) En la misma semana, una presentación sobre el posicionamiento global del agro argentino, destacaba el segundo puesto del país como exportador de maíz detrás de los Estados Unidos, a pesar de que la cosecha local no llega a ser la décima parte de la americana.

“En el exterior les cuesta comprender que pueda ocurrir esto”, explicaba el expositor. “Esto” quiere decir cómo es posible que no lo transformemos localmente, como hace el resto de los países productores del cereal.

4) En tanto, Marcelo Regúnada, ex secretario de Agricultura de la Nación y docente de la Universidad de San Andrés y de la Universidad de Buenos Aires, volvió a presentar el trabajo que realizó sobre las distintas cadenas pecuarias.

En el capítulo dedicado a los porcinos, se lee que en la actualidad habría unas 150.000 madres en producción, para una faena nacional que en 2005 fue de 2,5 millones (3 millones según la Oncca para 2006), para cuya producción se consumen unas 850.000 toneladas de balanceado.

Según menciona el libro, la Fundación Producir Conservando prevé que para 2015 el rodeo de madres se eleve a 380.000. La producción porcina, en ese nivel de actividad, demandará unas 3,5 millones de toneladas de maíz.

Más optimista, se menciona que la Asociación Argentina de Productores Porcinos prevé llegar a 2010 con 500.000 madres en producción.

El caso es que de una u otra forma, el potencial de esta ganadería parece no tener techo. El trabajo de Regúnaga, en conjunto con Hugo Cetrángolo y Gustavo Mozeris, sostiene que para 2014 la producción de cerdo pasaría de 185.000 toneladas de carne (en 2004) a 420.000 en un escenario conservador o a 590.000 en un escenario más optimista.

5) En líneas generales, lo expuesto para el cerdo corre para el resto de las actividades pecuarias, esencialmente transformadoras de granos en carne.

Según el trabajo de Regúnaga (financiado por Biogénesis Bagó), de un valor bruto producto de las ganaderías del orden de los 29.000 millones de dólares en 2004, se podría pasar a otro de entre 51.000 y 71.000, en 2014, según la capacidad de que tenga el país de capturar la oportunidad.

Por eso insistimos, desde estas páginas, en la importancia de que el Estado ayude a los emprendedores a obtener el capital necesario para realizar sus inversiones, que hoy parece ser la limitante del crecimiento.

La otra cuestión, imprescindible, es que desde el Gobierno se le dé previsibilidad al negocio, evitando la incertidumbre normativa, y se adopte el agregado de valor local como política de Estado a largo plazo.

Javier Preciado Patiño

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