“Es una ironía hablar ahora que estamos con tanta lluvia, pero esta seca fue hasta hace 10 días muy grave. Realmente al maíz, por ser el cultivo que florece históricamente a fines de diciembre y principios de enero, coincidió con una época muy fuerte de calor y nosotros somos pesimistas respecto de los resultados de esta cosecha. Hace días nos reunimos por este tema e hicimos una evaluación de 14 M de t que, por suerte vinieron estos días más llovedores que permitieron detener las pérdidas, porque sino hubiera sido más serio el tema. Entre menos área de siembra y las pérdidas tenemos una caída de fuerte con respecto a la campaña anterior de 6 M de t”, señaló Juan Gear, presidente de Maizar.
“Los que sembraron para ensilar, para picar el maíz en planta, esos productores han tenido ya que picar un producto que es el 30% de lo que cosechan
normalmente entre grano y planta, así que ese es un silo de baja calidad, no es la calidad habitual del maíz”, estimó el especialista y agregó que, por otro lado, este panorama va a implicar más adelante una mayor demanda de granos por parte de tamberos y ganaderos. Dijo que unas 500 a 600 mil ha de maíz se destinan a picado directo para forrajes y que esto va a influir en un consumo más sostenido.
“El consumo interno es muy grande, muy fuerte, si bien tenemos un carry over relativamente alto de la cosecha anterior, en la próxima campaña los precios van a ser más firmes a pesar de que el mercado internacional no lo está por la gran cosecha de Estados Unidos”, añadió.
Para 2006, Gear señaló que el productor hoy diversifica los riesgos, en el sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires se tienen tres cosechas; trigo, maíz, y soja de primera y de segunda cosecha. “El resultado del trigo en la zona fue bueno, el de maíz fue regular y por lo que vemos la soja todavía tiene mucho camino por delante. Se termina de definir a fines de enero y a principios de febrero. La reacción que ha tenido en los últimos días fue muy buena”, finalizó.
