Miguel Pertino y su asesor y socio, el médico veterinario Fernando Palazzo, están vinculados a este grupo de cabañas por medio de La Trinidad, un emprendimiento genético ubicado en el partido bonaerense de Magdalena, lindero a La Plata.
Los reproductores de esta cabaña forman parte del Breedplan, un sistema de evaluación genética, gerenciado por universidades australianas, y que en la Argentina desembarcó de la mano de los Bustingorri, con sus cabañas en la Cuenca del Salado.
En un mercado que cada vez más tiende a comprar los toros no sólo por su aspecto visual (fenotipo), sino por su información genética, el Breedplan ha incorporado la facilidad de parto como una variable más para que los criadores elijan.
La información se sintetiza en lo que se conoce como EBV o valor esperado de progenie en su traducción al castellano. Los catálogos de los toros ya tienen las EBV para peso al nacer, peso al destete, a los 400 días, circunferencia escrotal, engrasamiento, etcétera. Estos valores se refieren como un desvío en más o en menos respecto de una población base de referencia.
âAhora tenemos una EBV que cuantifica la facilidad de parto, con lo cual se integra no solamente el peso al nacer, sino todo el resto de los factores que influyen para que una hembra no tenga problemas al momento de parir su terneroâ, comenta Miguel Pertino durante la visita que Infocampo realizó a su establecimiento.
Este criador sostiene que en los últimos tres años sólo tuvo un problema entre sus hembras al momento de la parición y que fue porque el ternero estaba âmal presentadoâ en el vientre de la madre, lo cual no tiene que ver con la genética.
La iniciativa de juntar a las cabañas que participarán del remate fue de Carlos Sackmann Muriel, de Casamú, donde además se realizará el remate.
Los animales provienen de Buen Retiro (Martín Vergara), Genética del Este y San Patricio (Bustingorri), Los Gateados, Los Tigres (Adolfo Lafontaine) y Cabaña Camino (Carlos Munar).
Como señala Adolfo Lafontaine en la presentación del catálogo del remate, el interés por la facilidad de parto nace de la difusión creciente que viene teniendo el servicio de vaquillonas a los 15 meses. Una mala experiencia del criador que implementa este sistema puede desalantarlo, con lo cual contar con una genética adecuada para este manejo es una oportunidad para los cabañeros y una necesidad para el criador.
Pero como señala Pertino, la idea es que estos mismos toros que dan facilidad de parto generen terneros de alta tasa de crecimiento. Así hay líneas genéticas que dando más facilidad de parto que la base, producen terneros más pesados al destete o novillos más pesados en la terminación. Otra de las novedades de este grupo de cabañas es la tendencia a vender toros de 15 o 18 meses. Estos animales, con una circunsferencia escrotal mínima pueden ir directamente a trabajar sobre el rodeo de cría, con excelentes resultados, aseguran.