Las precipitaciones de la semana pasada trajeron algún alivio a los productores uruguayos de Rocha, Treinta y Tres, Cerro Largo y parte de Artigas, pero los cultivos forrajeros de esos departamentos ya sufrieron pérdidas irreversibles que afectan a 2 M de cabezas de ganado.
Los porcentajes de preñez cayeron considerablemente. En Rocha, rodeos que manejaban índices de entre 75% y 80%, hoy están en 50%, e incluso por debajo.
La sequía se sumó a un problema productivo de fondo.
Según estadísticas oficiales, muchos ganaderos uruguayos no aplican tecnologías de bajo costo, como la clasificación de los ganados por condición corporal antes del entore o los destetes temporarios y/o precoces, para que las vacas de cría no permanezcan vacías otros 9 meses.
La respuesta gubernamental ante la sequía fue expeditiva; se creó un Comité de Emergencia con fondos asistenciales de u$s 28 M, de los cuales al menos u$s 3 M serán destinados a comprar forrajes en la Argentina.
En principio importarán 3.000 t de torta de girasol, afrechillo de trigo y peleteados de algodón, para alimentar a los animales durante abril y mayo.
Las necesidades totales de Uruguay para toda la invernada se estiman en 120.000 t.
El negocio se hará “de gobierno a gobierno”, señaló el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca uruguayo, José Mujica. Se evitará que la importación se transforme en un operativo comercial y se buscará que sea “un auxilio”.
Los alimentos serán pagados por el gobierno uruguayo y luego vendidos a los productores con créditos subsidiados.
Se asistirá primero a los ganaderos con menos de 1.000 cabezas y dentro de ese grupo, se priorizará la cría y la recría, que implican alrededor de 800.000 cabezas.
En Brasil, productores de Colonia Nova -zona geográficamente cercana a Cerro Largo- expresaron recientemente que estarían en condiciones de exportar rápidamente a Uruguay los volúmenes de forrajes necesarios. Si su precio es inferior a los 110 a 120 u$s/t que cobraría la Argentina, podrían representar una mejor opción. Entidades agropecuarias y gremiales uruguayas están estudiando el tema sin descartar ninguna posibilidad.
Sebastián Masana

