Pese a que las ventas al exterior de soja representan para Brasil cerca de u$s 10.000 M anuales, la rentabilidad para los productores es escasa o nula; al menos eso dice la dirigencia agropecuaria, que está forzando al gobierno a actuar contra Estados Unidos.
Los tractorazos y las movilizaciones de productores que tuvieron lugar en los últimos meses, reflotaron el proyecto brasileño -en carpeta desde el 2001- de demandar a Estados Unidos ante la OMC por sus subsidios a la soja.
La oleaginosa representó, en la última campaña, ventas de u$s 10.000 M para Brasil, y significó el 10% de sus exportaciones nacionales totales.
Según los pronósticos del Usda de agosto, en la campaña 2005/06 el país vecino exportará 23 M/t, contra 29,8 de Estados Unidos.
Pero los costos de producción brasileños se incrementaron y la rentabilidad cayó.
Los fertilizantes subieron más del 20% el año pasado, y los fungicidas, entre 50% y 90%.
El uso de estos últimos, además, aumentó por la importante presencia de la roya de la soja, que en la última campaña causó pérdidas cercanas a los u$s 2.000 M. Brasil argumenta que la existencia de precios soporte en Estados Unidos fomenta artificialmente la producción, y por lo tanto genera una caída en los precios internacionales.
En 2004, Estados Unidos destinó al menos u$s 610 M a subsidiar los cultivos sojeros.
Según los estudios econométricos de la Confederación Nacional Agropecuaria (CNA) de Brasil, las exportaciones de soja de ese país se podrían incrementar en u$s 4.000 M, si Estados Unidos eliminara los subsidios, situación ampliamente planteada por los países, como Brasil, Argentina y el resto de los integrates del Grupo Cairns.
En abril de este año, el proyecto de iniciar el panel ante la OMC fue suspendido, con el argumento de que la mejora en los precios internacionales de la soja podría quitar peso a la demanda. Pero la presión de los agricultores volvió a instalar el tema.
La semana pasada, durante el encuentro AgriForum 2005, Pedro de Camargo Neto, ex funcionario del Ministerio de Agricultura, y uno de los líderes más influyentes del sector agropecuario, reconoció que el proyecto sigue en pie y que pronto habrá novedades. Se estima que todos los estudios de factibilidad estarán concluidos en el próximo mes de septiembre
El ministro Roberto Rodrigues, uno de los impulsores del proyecto, se negó a precisar una fecha exacta, pero se supone que este año se procederá a presentar la demanda.
Sebastián Masana | Especial para Infocampo
