La escenografía de los puertos de Bahía Blanca y Escobar se modificaron desde hace semanas por la presencia de numerosos barcos cargados de Gas Natural Licuado (GNL) que no pueden descargar el fluido para regasificar. La difusión de la noticia provocó preocupación de los importadores y generó la reacción del gobierno nacional, que salió a desmentir que la causa del problema sea la falta de dólares, según publica Infobae.
El Gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores de la Argentina, Miguel Ponce, manifestó: “Nos alarma esta situación porque implica un desbarajuste monumental para nosotros, es inflacionario y nos quita competitividad”.
“Este hecho penoso nos deja a los argentinos muy mal parados ante el mundo, y genera más dificultades para integrarnos mundialmente”, consideró el vocero, ante la información que asegura que las razones principales de lo que sucede son dos.
Una es el faltante de divisas que limita a la empresa Enarsa para realizar el pago de u$s50 millones por cada buque gasífero. La segunda, el desplome del consumo de gas a raíz del incremento de las tarifas residenciales y la recesión que, junto a las elevadas temperaturas de este invierno, ocasionaron una sobreoferta del gas.