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Preocupante caída del porcino

En lo que va del año el valor cayó entre 13 y 17%.

En lo que va del año el valor cayó entre 13 y 17%.
infocampo
Por Infocampo

Sin que mediara la intervención oficial, los productores porcinos están sufriendo una debacle de precios similar a la de sus primos ganaderos: en lo que va de 2006, los valores del capón cayeron entre 13 y 17% según se comercialice sin tipificación o con ella. Hoy, por el kilo vivo tipificado se paga en torno de $ 2,45, cuando a principios de año ese valor rondaba los $ 2,80.

Si bien esta caída está en línea con la sufrida por la hacienda vacuna, los productores piensan que las razones en su caso son bien diferentes. Según Juan Uccelli, presidente de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos, este fenómeno se debería a las importaciones realizadas por procesadores locales, que así se estoquean de mercadería, levantan la presión de la demanda sobre la oferta interna y hacen que el precio caiga, ya que el productor está obligado a vender o vender, por la forma en que funciona el sistema de producción, más parecido al avícola que al engorde bovino.

Otra vez la mirada se dirige a la industria y al mercado brasileño. Durante los 90, la carne porcina brasileña era un dolor de cabeza para el crecimiento del sector local, porque le ponía un techo al valor del producto argentino.

Cuando llegó la devaluación, el descalce entre un maíz dolarizado y un mercado en pesos y retraído volteó a la producción. En un año, la faena se cayó de 2,5 millones de cabezas a 2 millones y siguió bajando hasta un piso en 2003, cuando se procesaron 1,82 millón de cabezas. A partir de ahí, la recuperación de la demanda más el acomodamiento de los precios empujó la producción de vuelta hacia arriba. En 2004 llegaron a 2,15 millones de cabezas y 2005 lo terminaron con unas 2,47 millones y una proyección para 2006 de 20 a 30% más, lo que llevaría a una faena de 3 millones.

Sin embargo, este año comenzaron los problemas nuevamente. Uccelli acusa a los industriales de haber importado materia prima, aun a un precio más alto de lo que pagan en el mercado interno, al solo efecto de llenar sus cámaras de frío y ponerle paños fríos a las compras, con el consecuente efecto bajista para el mercado.

“Hoy, la producción porcina es una cadena de montaje y una vez que el animal está terminado hay que venderlo; no se puede retener”, comenta el directivo. “Los compradores están actuando como un oligopolio, acá no hay libre mercado”, se queja.

Los números oficiales muestran que en los primeros cuatro meses del año se importaron 5.883 toneladas de carne porcina, masivamente provenientes de Brasil y concentradas en tres productos: piernas, paletas y recortes congelados.

El precio promedio de la tonelada de piernas (cuartos traseros) fue de u$s 2.540, mientras que la de paleta fue de u$s 2.208. “Esos valores equivalen a un cerdo en pie en el mercado de local de entre 3 y 3,05 $/kg”, comenta Uccelli, contrastando con un mercado interno que maneja valores de entre 2,19 y 2,45 $/kg.

A la hora de discriminar quién es quién en la importación de carne porcina, los principales son Establecimientos Los Calvos, Paladini, Molinos Río de la Plata, Riosma e Importadora y Distribuidora SA (IyDSA), aunque la lista es mucho más extensa. En el caso de las compras de piernas, Los Calvos, Paladini, Molinos e IyDSA fueron responsables del 67% de las 3.188 toneladas importadas.

Uccelli sostiene que las importaciones parecen no responder a un patrón lógico. Él dice que habitualmente la justificación para importar era la falta de integración de la res, porque si compraban localmente no tenían dónde colocar el pechito y la bondiola que les sobraba. “Pero ahora el consumo en fresco aumentó y esto no debiera ocurrir”, opina el presidente de los productores.

Sostiene que existe un abuso de posición dominante y que hay empresas que ofrecen abiertamente a productores del sur de Córdoba valores de entre 1,80 a 2,00 $/kg vivo.

“El costo total de producción del kilo vivo ronda los $ 2,00”, opina por su parte el médico veterinario Jorge Labala, asesor nutricionista de la firma Vetifarma, especialista en porcinos.

El profesional informa que el maíz, que representa el 60% del valor de la alimentación, viene subiendo desde un piso de 180 $/t a un valor actual de 260 $/t, lo cual lleva el costo del kilo ganado (sólo considerando la nutrición) a entre $ 1,20 y 1,40.

Labala coincide en que las cámaras de frío están con mercadería y que la demanda ha levantado el pie del acelerador. Por otra parte, normalmente hay una baja estacional en el consumo de fiambres que también incide en la situación. “Pienso que esto va a seguir así hasta agosto o setiembre, cuando se reactive la demanda”, opina el asesor, que al momento de ser consultado participaba de un congreso porcino en la provincia de Córdoba.

Pero todavía queda un riesgo más, latente. Las exportaciones brasileñas se ven restringidas por la revaluación del real frente al dólar. Pero si ocurriera un movimiento inverso y la carne porcina brasileña vuelve a ser competitiva en el mundo, la situación podría agravarse.

Precios obligatorios

La actividad porcina cuenta con un sistema de información de precios, en forma electrónica, administrado por la Oncca. Los faenadores están obligados a suministrar semanalmente los precios a los que adquieren la hacienda. Actualmente, los precios surgen de unas 25.000 cabezas informadas.

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