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Previenen las tormentas de granizo

El promedio de cultivos dañados entre 1998 y 2004 fue de 18.947 ha. En la última temporada bajó a 16.660 ha. Pero las tormentas no disminuyeron. En la campaña 2004/05 se extendieron 36 días.

El promedio de cultivos dañados entre 1998 y 2004 fue de 18.947 ha. En la última temporada bajó a 16.660 ha. Pero las tormentas no disminuyeron. En la campaña 2004/05 se extendieron 36 días.
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Por Infocampo

Sembrar las nubes. Esa es la premisa del método que emplean los mendocinos para mitigar el efecto de las tormentas de granizo que arruinan cultivos, disminuyen las cosechas y afectan la economía con daños que promedian los 100 millones de pesos al año.

Infocampo pasó un par de días junto en la Dirección de Agricultura y Prevención de Contingencias de Mendoza, junto a Jorge Silva Colomer y su equipo de trabajo para entender el sistema de lucha antigranizo que se implementa en la provincia. Lo primero que sorprende es saber que aquí hay zonas, como San Rafael, que se ubican entre las 5 más graniceras del mundo. Para entender lo titánica que resulta esta lucha, basta con considerar que con apenas cuatro aviones se atacan frentes de tormenta muchas veces superiores a los 50 kilómetros de nubes cargadas de granizo que durante primavera y verano, y casi todos los días, suelen recorrer implacablemente las más de 250.000 ha cultivadas en los diferentes oasis de la provincia. ¿Cómo se forma el granizo? El aire caliente forma burbujas que se elevan y enfrían a razón de 1°C cada 100 metros elevado, dando lugar a nubes convectivas. Cuando se condensa, el aire empieza a subir pero ahora saturado de gotas que se han formado gracias a unos aerosoles llamados núcleos de condensación de nubes (CCN). El problema es que a veces se forman cristales de hielo que crecen en el interior de la nube. Y cuando se ha creado una tormenta con corrientes ascensionales, estas harán que queden suspendidas las piedras de granizo rodeadas de las malas de esta película: las gotas de agua líquida subfundida.

La adquisición de un nuevo radar, que aun siendo menos preciso que los ya existentes, permite enterarse más rápidamente del peligro granicero, hace que hoy Mendoza intente sembrar la base de las nubes.

Cristian Pérez Barceló

Corresponsal de Infocampo en Mendoza

El promedio de cultivos dañados entre 1998 y 2004 fue de 18.947 ha. En la última temporada bajó a 16.660 ha. Pero las tormentas no disminuyeron. En la campaña 2004/05 se extendieron 36 días.
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Por Infocampo

Sembrar las nubes. Esa es la premisa del método que emplean los mendocinos para mitigar el efecto de las tormentas de granizo que arruinan cultivos, disminuyen las cosechas y afectan la economía con daños que promedian los 100 millones de pesos al año.

Infocampo pasó un par de días junto en la Dirección de Agricultura y Prevención de Contingencias de Mendoza, junto a Jorge Silva Colomer y su equipo de trabajo para entender el sistema de lucha antigranizo que se implementa en la provincia. Lo primero que sorprende es saber que aquí hay zonas, como San Rafael, que se ubican entre las 5 más graniceras del mundo. Para entender lo titánica que resulta esta lucha, basta con considerar que con apenas cuatro aviones se atacan frentes de tormenta muchas veces superiores a los 50 kilómetros de nubes cargadas de granizo que durante primavera y verano, y casi todos los días, suelen recorrer implacablemente las más de 250.000 ha cultivadas en los diferentes oasis de la provincia. ¿Cómo se forma el granizo? El aire caliente forma burbujas que se elevan y enfrían a razón de 1°C cada 100 metros elevado, dando lugar a nubes convectivas. Cuando se condensa, el aire empieza a subir pero ahora saturado de gotas que se han formado gracias a unos aerosoles llamados núcleos de condensación de nubes (CCN). El problema es que a veces se forman cristales de hielo que crecen en el interior de la nube. Y cuando se ha creado una tormenta con corrientes ascensionales, estas harán que queden suspendidas las piedras de granizo rodeadas de las malas de esta película: las gotas de agua líquida subfundida.

La adquisición de un nuevo radar, que aun siendo menos preciso que los ya existentes, permite enterarse más rápidamente del peligro granicero, hace que hoy Mendoza intente sembrar la base de las nubes.

Cristian Pérez Barceló

Corresponsal de Infocampo en Mendoza

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