“La forestación en Tucumán tendrá una mayor inserción una vez que los productores conozcan los reales alcances que tienen la Ley Nacional 25.080 y la norma provincial de adhesión. Este plan no sólo contempla una retribución dineraria para el inversor, sino el reconocimiento de no pago de tributos provinciales y tasas municipales inmobiliarias”, destacó el ingeniero Francisco Toro, profesor de la cátedra de Silvicultura de la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la UNT. El especialista agregó que “la tasa interna de retorno (TIR) de la forestación es una de las más altas. Es un negocio que cierra, porque si a la posibilidad que tiene Tucumán de desarrollar proyectos forestales en distintos tipos de maderas, le sumamos el buen nivel tecnológico industrial disponible existente en el país, se podrían aprovechar muy bien todos los beneficios que produce la Ley 25.080; además, la norma contempla la inversión en equipamientos”, reafirmó. Hacia el futuro, el ingeniero Toro augura buenas perspectivas para el sector. “Las crisis financieras de los últimos tiempos hicieron que muchos países del Mercosur no continuaran invirtiendo en forestación. Por eso, estimo que en unos cuatro años faltará madera. Se abren buenas posibilidades para los inversores”, evaluó. Esta proyección se sustenta en los problemas que se presentarán en el mercado mundial de pulpa de eucalipto, una madera de fibra corta.”Los últimos incendios producidos en Portugal y España provocarán una fuerte disminución en el suministro de materia prima al mercado internacional. Por eso, el comercio de madera será muy interesante en los próximos años”, terminó diciendo.
Daniel Vaca
Corresponsal de Infocampo en Tucumán
