En los últimos días comenzó a generarse un importante debate en el sector agropecuario argentino sobre el uso del agua en los sistemas ganaderos y agrícolas. Por tal motivo, Infocampo consultó a varios especialistas para conocer sus opiniones sobre el tema y saber qué se puede hacer en el país para conservar este recurso vital para la producción.
“En primer lugar es importante destacar que las producciones agrícolas y ganaderas son las principales consumidoras de este recurso: por eso es necesario que cada productor determine el costo hídrico que representa producir cada unidad”, comentó Alberto Quiroga, técnico del INTA Anguil –La Pampa–.
“Esto va a depender de la tecnología y el buen manejo que cada productor realice para que el proceso sea cada vez más eficiente”, destacó Quiroga, para luego mencionar que “la Argentina es uno de los principales países que exporta grandes cantidades de agua virtual en sus productos agrícolas”.
Según explicó el especialista, una serie de evaluaciones realizadas en las planicies medanosas del este de La Pampa muestran que el costo hídrico que representa producir 1 kilo de carne puede variar entre 10.000 y 40.000 litros de agua, según el manejo realizado en cada proceso.
Por su parte, el ex presidente de Acsoja, Rodolfo Rossi, señaló que “si bien en el mundo el tema del agua representa realmente un problema y una amenaza a futuro, gracias a Dios, a nivel general en la Argentina no tenemos mayores problemas con este recurso para la producción, salvo en períodos de sequía y en algunas zonas”.
“Considero que el principal desafío del sector agropecuario de cara a la presente década es cómo producir más alimentos con menos agua”, dijo Rossi, y añadió que “para esto existen leyes y reglamentos provinciales sobre el manejo de este recurso que van a ir regulándose cada vez con mayor frecuencia”.
Así las cosas, informes privados puntualizan que el 35% de las tierras agrícolas disponen de riego, pero proporcionan el 50% de la producción agrícola mundial, por lo que resulta “estratégico garantizar la disponibilidad de agua” para asegurar la provisión de alimentos del mundo. En este sentido, los especialistas consultados remarcaron que la modernización de la agricultura de riego, mediante mejora tecnológica y reforma institucional, será esencial para incrementar la productividad del agua.
En tanto, para el ingeniero agrónomo y especialista del INTA Castelar, Rodolfo Gil, “cuanto más agua podamos almacenar y convertir, más fabricación de carbono orgánico del suelo vamos a generar, mejorando de manera considerable el estado de los cultivos y aumentando los rendimientos”.
“Hay que medir la eficiencia del uso del agua dividiendo el rendimiento de un lote por la cantidad de agua que cayó. Las claves son eficiencia, almacenamiento, utilización y conversión conociendo de dónde viene el agua, si de las lluvias, del riego o de las napas,”, concluyó Gil.

