Actualmente, ya no es materia de discusión la importancia que representan los cereales dentro de un esquema de rotación sustentable. Sin embargo, durante la actual campaña de fina y entrante de gruesa, se presentan como las variables de ajuste de la planificación.
Debido a razones políticas, económicas y climáticas, la superficie de trigo disminuyó un 1 M/ha en la actual campaña (4,55 M/ha versus 5,5 M/ha) y, aparentemente, el maíz atravesará circunstancias similares, con una reducción de
De acuerdo con lo que sostienen estas estimaciones, existe también un tendencia a la baja en el rendimiento de trigo de 15% por hectárea a nivel nacional.
Según el organismo, la sequía convirtió en crítica la situación que atraviesa el trigo en la zona de Santa Fe, Córdoba y
Infocampo dialogó con el asesor privado y productor de trigo, Andrés Salvador, de la zona de Colón (provincia de Buenos Aires).
El especialista manifestó que en esta zona ya se pueden observar en los ciclos largos pérdidas de macollos, lo que a futuro significará disminuciones de los rendimientos del cultivo.
La campaña de los ciclos cortos es mucho más negativa, con notorias pérdidas en el stand de plantas.
De acuerdo con el especialista, los ciclos del trigo de primera siembra fueron implantados dentro de la ventana óptima, pero con el perfil de disponibilidad hídrica justa.
En el número de hectáreas sembradas influyó marcadamente el pleno desarrollo del conflicto agropecuario que retrajo el área.
Bajo distinta situación, se realizó la implantación en las segundas fechas, que se lanzó con pulsos aislados de lluvias.
La seca también ha favorecido la aparición de plagas que ya eran poco comunes para el cultivo, como son los trips y las arañuelas.
En el radio que el asesor recorre en torno a Colón, las precipitaciones mínimas anuales alcanzan los
También agregó que el productor, ante la posibilidad de perder los lotes de trigo, consulta sobre la posibilidad de pastorearlo con la hacienda, que también atraviesa un momento crítico, ya que no hay rollos y los que llegan son de mala calidad.
La falta de lluvias está retirando paulatinamente a productores de la siembra de maíz, que actualmente ha alcanzado una retracción aproximada del 20%, con posibilidad de que este valor aumente. Sin dudas, éstos se inclinan a la producción de soja de primera.
Como productor, Salvador aclaró que disminuyó su área sembrada con maíz en un 50%, debido al aumento de los costos y el desconocimiento de los precios a futuro, y que en el porcentaje restante de la superficie hará soja.
No todas son malas para el trigo. Desde Estancias Bellamar, en Miramar (sudeste bonaerense) manifestaron a Infocampo, que el cultivo progresa favorablemente, sin sufrir la falta de humedad y dando cuenta de su potencialidad.
También agregaron que en la zona y a causa de siembras desparejas, mayormente en los ciclos largos, el área sembrada manifiesta distintos estadios, pero éstos, junto a los cortos, están óptimos.
José Rossi, especialista de la agencia de extensión Venado Tuerto del Inta, manifestó la presencia de dos escenarios que manifiestan la factibilidad del cultivo de maíz en la zona núcleo.
Por un lado, encotramos lo que ocurre en campos propios, en los cuales el productor mantendrá la tecnología de híbridos, mientras que ajustará (disminuirá) la dosis de fertilizante, para obtener una rentabilidad razonable.
En el otro extremo, encontramos a aquellos productores que siembran maíz en campos alquilados. Particularmente bajo esta última situación, hay tres razones para que el productor se incline en favor de la soja.
La primera causa está dada por los altos precios pagos en qq de soja por arrendar (20 qq); en segundo lugar, un aumento en el precio de los insumos, especialmente en los valores de los fertilizantes; y, por último, ya instalados en la ventana óptima para sembrar maíz, los embates climáticos debaten aún más la decisión de siembra. Este cóctel, que tiene como principal componente la falta de precipitaciones, sin dudas retrasará las siembras, lo que, sumado a los altos costos y al descenso del precio del grano, manifiesta, de antemano, un rendimiento de indiferencia (es decir, los qq necesarios para cubrir todos los costos directos) muy alto.
Como para tomar noción de lo que ocurre con el maíz en la zona núcleo, el especialista comentó que existen consultas de productores que, habiendo aplicado atrazina en barbecho químico y luego inclinarse a la soja, quieren conocer la residualidad del producto para sembrar la oleaginosa.
También en otros casos devolvieron las semillas para que sean almacenadas en cámara fría para la campaña próxima.
De esta manera, la soja se vuelve una apuesta más segura a nivel empresarial, que se compatibiliza a nivel productivo.
Los buenos valores de mercado, más bajos costos de implantación, y que permiten dosis de fertilizantes más bajas que el cereal (recordemos que no consume nitrógeno), y con fechas de siembra hacia fines de octubre, hacen de la soja la opción como cultivo estival.