El Centro de Exportadores de Cereales (CEC) y la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) advirtieron ayer que las acciones legales emprendidas por Monsanto en distintos puertos europeos (tres en España y una en Inglaterra) “impactarán negativamente sobre la cotización interna de la soja y por ende sobre toda la actividad productiva vinculada”.
Las entidades explicaron que las penalidades reclamadas por Monsanto a los importadores europeos de la oleaginosa nacional se ubican entre u$s15 y 18,75, lo que “representa alrededor de 10% del valor total del producto”, la harina de soja.
El posible descuento sobre los precios se sustentaría en la “incertidumbre que generan estos juicios que obligan a los importadores a discriminar en contra del origen argentino, además de pretender pasar a los exportadores los costos por las contingencias”.
De acuerdo con un informe de la Secretaría de Agricultura, las acciones de Monsanto significarían pérdidas “para los exportadores” del orden de los 155 M de dólares. Pero a juzgar por el comunicado de los mismos, pareciera que estos no están dispuestos a asumirlas y sí propensos a trasladarlas al último eslabón de la cadena: los productores.
